Mike Schmidt - One Shot's

Resolute Hearts

Advertencias: Angst - final feliz

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Lágrimas… eso es todo lo que puedes sentir. Las sientes correr por tus mejillas y podías también sentir tus labios temblar mientras te sentabas en el suelo de baldosas, abrazando tus rodillas contra tu pecho. El aire circundante era denso, una sensación asfixiante.

Te costaba respirar. Sentías la cabeza liviana y tu visión era borrosa, respiraste profunda y temblorosamente, tratando de contener los sollozos que deseabas desesperadamente dejar salir.

Nunca pensaste que te sentirías así. Era como si todo por lo que habías trabajado durante toda tu vida hubiera fracasado. Era como si ya nada significara nada para ti. Tu vida, tu familia, tus amigos. No significaron nada para ti, no te importaban. Estabas sola y la única persona que te importaba no parecía preocuparse por ti.

El apartamento estaba oscuro y en silencio. Te sentaste en el baño, con la puerta cerrada, las luces apagadas y el ventilador encendido para bloquear el sonido de tus lágrimas. Tu compañera de cuarto se había ido horas antes, diciendo que tenía clase temprano en la mañana. No sabías por qué tenían clases tan temprano.

Parecía como si hubieran pasado décadas desde que te sentaste en el suelo del baño. Los azulejos del baño estaban fríos e incómodos, tú estabas fría e incómoda. No te sentías tú misma.

No eras el tipo de persona que se enoja tanto por nada. No eras del tipo que se sienta en el suelo del baño y llora por cosas que no puedes arreglar. Eras del tipo que mantiene la cabeza en alto, del tipo que sonríe ante todo, incluso si la situación fuera difícil. Ser la roca en la que tus amigos se apoyen.

Pero te sentías sola. Te sentías tan sola.

Michael... Mike. Él fue quien te hizo sentir sola, lo amabas. Dios , lo amabas más que a nada, lo amabas tanto. Te encantaba lo cariñoso que era, lo dulce que podía llegar a ser, lo considerado que fué. Amabas cada centímetro de él y cada centímetro de lo que hizo por ti.

Fue muy considerado con tus sentimientos; nunca te presionó a hacer cosas para las que no estabas preparada. Entonces, ¿por qué te dolieron tanto sus palabras? ¿Por qué sus acciones te hicieron sentir tan pequeña e inútil?

¿Por qué?

Sólo habían pasado unos meses desde que empezaron a salir y todo parecía ir perfecto. Era encantador, dulce y un tipo increíble en todos los sentidos. Estabas tan feliz con él, era todo lo que querías en un novio y estabas encantada de cómo iba todo. Incluso parecía preocuparse por ti; al menos eso es lo que pensabas.

Había estado distante durante las últimas semanas. Te encontraste viendo a Abby más a menudo que a Mike. Te despertabas y él no estaba allí, solo para encontrarlo desmayado en el sofá o trabajando en un proyecto tardío en la cocina.

Dijo que estaba bien, pero sabías que no lo estaba. Se notaba que no estaba bien, sabías que algo le estaba molestando, pero él nunca te confesó que era. Pensaste en decirle que estaba bien, que podía hablar contigo sobre cualquier cosa, que no necesitaba mantenerlo reprimido.

No necesitaba preocuparte así.

Eventualmente abriste la boca para decir algo sobre cómo se sentía, pero antes de que pudieras pronunciar las palabras, él te cerraba la boca, decía que estaba bien y que estabas exagerando. Que necesitabas preocuparte más por ti y dejar de pensar en sus sentimientos todo el tiempo. Sólo necesitabas confiar en él.