Lucifer se encontraba en su nueva habitación en el Hazbin Hotel, recientemente remodelado, trabajando en su nueva creación: El increíble pato de hule que puede masticar manzanas y escupir fuego (porque el fuego no puede faltar). Sonreía con total sinceridad mientras trabajaba, pues las cosas iban increíblemente bien; su relación con su hija estaba mejorando considerablemente y su depresión ya no era tan severa. También poco a poco a ido conocido al resto de los inquilinos del hotel, siendo capaz de ver lo que su hija veía en ellos. . . En todos menos en él.
-Alastor.- Su sonrisa se borró a penas pronunció el nombre del demonio de la radio.- Ese maldito hijo de perra.
Con tan sólo la presencia de ese demonio en su mente, Lucifer sintió una sensación desagradable en su estomago. Era como si el mismísimo fuego del infierno se formara en su estomago, quemando todas sus entrañas, moviéndose como si tuviera vida propia. Esta sensación no tenía otro nombre que odio. ¿Cómo su propia hija podría tener en estima a alguien tan desagradable? ¿De verdad lo veía cómo una posible figura paterna en su ausencia? ¿Y por qué carajo estaba tan raro?
Lanzó un gruñido por lo bajo y dejo de lado su patito.
Ese demonio de la radio tenía un horripilante don para meterse debajo de su piel y tocar su fibra sensible, sacándolo de sus casillas fácilmente. Lo logro desde su primera interacción, pero estos últimos días era como si se esmerara en molestarlo, ya llegaba a sentirse acosado. No sabía si fue su imaginación o si realmente Alastor lo estaba persiguiendo por todo el jodido infierno. Si no fuera porque a Charlie le importa la existencia de este pobre diablo, ya lo hubiese eliminado de movimiento de su mano. Lamentablemente no le queda de otra más que aguantar sus deseos homicidas, puesto que le prometió a su amada hija que intentaría hacer las pases con él.
-Pero él lo hace totalmente imposible.-Se quejó en voz alta, mientras caminaba hacia la puerta.- No, Lucifer. ¡Lo haces por Charlie! Aunque Alastor sea una molestia con patas, tengo que hacerlo por Charlie.
Aunque una parte de él quisiera simplemente quedarse en su habitación y así evitarlo, hacerlo decepcionaría a Charlie. Además ya tenía que ir a desayunar con los demás inquilinos, pues Vaggie básicamente obligo a todos a levantarse a las 8 AM para desayunar (algo para fomentar la unión o algo que él no entendía bien) así que muchas opciones no tenía.
Respiro hondo y abrió la puerta para encontrarse cara a cara con el demonio de la radio.
-Buenos dí- Cerró la puerta de golpe, para abrirla inmediatamente después.- ías, su mages- Y volvió a cerrar la puerta.
Sí, definitivamente Alastor en persona había ido hasta su habitación a quien sabe qué.
La tentación de teletransportarse hasta el comedor lo carcomía, pero eso sería demasiado descortés de su parte y también sería rebajarse a su nivel. Así que respiró para armarse de paciencia, arregló su sombrero y abrió nuevamente la puerta.
-¿Ya terminaste de cerrar la puerta en mi cara? - Dijo con cierta ira escondida detrás de su enorme sonrisa.- Eso fue de muy mala educación para alguien de la realeza como tú.
Lucifer soltó la risa más falsa que su infernal voz pudo producir, para después morderse la lengua, tragándose su ingeniosa respuesta.
-¿Qué es lo que te trae hasta aquí, ALASTOR?- Casi escupió el nombre con asco, pero sin flaquea su falsa sonrisa.- ¿Sucede algo?
-Oh, sólo vine porque quería acompañarte hasta el comedor.
Lucifer parpadeo un par de veces, un ojo antes que el otro, y cerró la puerta de golpe nuevamente.
"No, a la mierda con esto" Pensó mientras se teletransportaba al comedor.
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ALASTOR NO SABE CORTEJAR JIJI.
iBA A SER UN CAP MAS LARGO PERO MIS AMIGOS ME APURAN, PINCHES QLEROS
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Plan B [RadioApple]
ФанфикEl plan de Alastor falló, Lucifer demostró ser mil veces superior a él ahora que este contrato lo mantiene reprimido. Es imposible que pueda vencerlo y convertirse en el nuevo rey del infierno...pero el demonio de la radio siempre tiene un plan B. ...