Alastor no entendía qué sucedía porque se sentía así, desde que comenzó a liberar sus feromonas poco a poco había empezado a descontrolarse un poco. Como si su alfa interior que estuvo reprimiendo tantos años estuviera gritando y rasgando en el fondo de su mente, rogándole por aún más libertad. Pensó que podría controlarlo. ¿Cómo no lo haría si llevaba desde que se presentó como uno reprimiéndolo? Su querida madre le había educado para ser mejor que todos esos alfas que sólo piensan en coger y no les importa pasar por encima de los demás... Como su padre lo hizo alguna vez con ella, para luego abandonar. Se supone que era mejor, al punto de no sentir casi ningún apetito sexual... Entonces, ¿por qué sentía tanto calor?
Cada vez le costaba más respirar y una pequeña capa de sudor comenzaba a formarse, se sentía atrapado, exageradamente apretado dentro de la tela de su traje. ¿Qué demonios era está sensación?
-Sólo tengo calor.- Dijo con cierta dificultad.- Debe ser por la jambalaya que saque recientemente del horno.
Que excusa más mala, pero ciertamente toda la sangre de su cerebro se estaba yendo a otro lado y era incapaz de pensar con claridad.
-¿Estás seguro?-Habló, tocando la cara del demonio de la radio con preocupación.- Parece que tienes fiebre.
Lucifer iba a retirar su mano, pero fue atrapado por el demonio de la radio que la sujeto con fuerza.
Él no quería, él necesitaba ese dulce tacto.
-¿Alastor?- Susurro, ya algo mareado por la cantidad insana de feromonas que había en el aire.- ¡Alastor!
El demonio de la radio lo había jalado y atrapado entre sus brazos, oliendo directamente de su cuello el dulce aroma a manzana y caramelo.
-No sé qué me pasa.- Confesó.- Pero te necesito.
El rostro del soberano del infierno se prendió en llamas ante tales palabras, temblando al sentir como empezaba a lamer su cuello.
-Santo cielo, tengo que llevarte a tu habitación.- Empujo con su mano la cabeza del demonio de la radio lejos de su cuello, pero incapaz de escapar de sus brazos.- Estas en celo, ¿acoso no tienes anotado tu ciclo?
A este punto, el alfa ya se encontraba demasiado metido en su celo como para darle una respuesta ingeniosa y simplemente se dejo regañar, abrazando aún más fuerte al omega; mismo el cual los llevo con un simple chasquido de dedos a la habitación del más alto.
Aún se encontraba atrapado en el asfixiante abrazo del alfa, embragándose con el olor a pino y empezando a ser afectado por el celo del otro.
-Ya me tengo que ir.- Comenzó.- Antes que cometamos un error.
-Quédate. - ¿Fue una orden o una suplica?
El rey del infierno ni siquiera tuvo tiempo para contestar, pues sus labios fueron atrapados en un desesperado beso. Era un beso tosco, casi salvaje, denotando la nula experiencia del alfa, pero al mismo tiempo denotaba una dominancia casi bestial. ¿Por qué le estaba gustando tanto? El beso era tan intenso que ni siquiera noto como fue llevado hasta el borde la cama ni mucho menos la manera en que se sujeto de las ropas rojas con tanta desesperación que por milagro no termino por romperla. Tan sólo se separaron por la falta de oxígeno, pero tan pronto como un poco de éste entro a sus pulmones nuevamente comenzaron a besarse como si no hubiera un mañana, dejándose caer en la suave cama.
Gemidos salieron de ambos, sin vergüenza alguna ante la posibilidad de ser escuchados, mientras exploraban el cuerpo del otro.
Pero más temprano que tarde, el omega se cansó de los besos y roces intensos. Necesitaba más. Ahora que el alfa había activado su propio celo con sus tontas feromonas, tenía que hacerse cargo de su apetito sexual reprimido.
-Es tu primera vez, ¿verdad?-Empujo al demonio de la radio, dejándolo sentado y confundido.- Pero no te preocupes, yo me encargo.
El alfa inclino su cabeza, con una sonrisa que mostraba todos sus dientes, expectante de lo que tenía planeado el rey del infierno para él.
El omega sonrió igualmente, acercándose para darle un beso. Lentamente bajaba sus manos, acariciando el cuerpo de Alastor, hasta llegar a la dura entrepierna. Sin pudor alguno metió su mano dentro del pantalón y envolvió el miembro con sus puño, comenzando a masturbarlo lentamente. Podía sentir como el alfa gemía mientras lo besaba, separando sus labios por el capricho de oírlo gemir con claridad. Pero apenas se separó, unos filosos dientes se clavaron en su cuello, muy cerca de sus glándulas. Chilló al sentir esa extraña mezcla entre dolor y placer. Por su parte, Alastor ya había comenzado a mover desesperadamente sus caderas para recibir más fricción contra la mano del omega, y ni hablar de sus manos, las cuales apretaban fuertemente el trasero de Lucifer.
Continuaron así hasta que el alfa se sintió cerca del orgasmo, quien para impedirlo atrapo al lujurioso omega entre sus tentáculos, quien sonrió pícaramente al verse atrapado.
-Creo que ya ha hecho suficiente, su alteza.- Comentó en su oído.- Pero me parece injusto que haga todo el trabajo, déjeme devolverle el favor.
Con fuerza, abrió las piernas del rey y bajo sus pantalones, demostrando su nerviosismo y necesidad por hacer que esa omega juguetona no sea más que un manojo de gemidos y temblores.
Que no pueda caminar de lo bien que lo va a llenar.
Se relamió los labios ante la entrada lubricada y expectante por ser llenado por su pene. Tomó todas sus fuerzas el no tomarlo ahí mismo y cogerlo como una sucia ramera, en cambio, abrió la boca e introduzco el miembro del omega en su boca, mientras que hacia que uno de los tentáculos lo cogiera. Su cabeza subía y bajaba, succionando y lamiendo de vez en cuando (tal y como Angel una vez dijo que hacía). El omega ya estaba básicamente aullando del placer de ser estimulado por ambas partes, se sentía como el cielo luego de 7 años sin ser tocado por otra alma.
-Oh, Dios.- Gimió mientras era básicamente devorado por el demonio de la radio.
Estaba cerca, tan jodidamente cerca que por instinto cerro las piernas, aplastando con los muslos el rostro de Alastor. Manteniéndolo en su lugar mientras llegaba al orgasmo, quien trago gustoso todo lo que el omega tuvo para darle.
Una vez el alfa fue liberado por las piernas de Lucifer, lo acomodo de lado, poniendo una de sus piernas sobre su hombro, y sin esperar más para alienarse en su entrada y entrar de una estocada. Las embestidas comenzaron sin piedad, moviéndose puramente por el instinto y deseo de su alfa interior por preñar al omega que estaba bajo su merced. Ya no importaba si era parte del plan o no, lo único que quería era ese omega y que se quedará para siempre con él, dándole toda una camada; su cola se agitaba con fuerza ante la sola idea.
La cama chirriaba y los golpes en la pared era exageradamente fuertes, ni hablar de los gemidos del omega.
Eran tan fuerte las embestida, que la mesita de noche al lado de la cama llegaba a temblar, haciendo que el pequeño pato de hule con un sombrero de copa blanco (claramente robado) cayera al suelo.
_______________________________________________________________________________
1203 palabras
Me iré al infierno por esto.
pd: Estoy algo oxidada para el lemon.
![](https://img.wattpad.com/cover/362795403-288-k758428.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Plan B [RadioApple]
Hayran KurguEl plan de Alastor falló, Lucifer demostró ser mil veces superior a él ahora que este contrato lo mantiene reprimido. Es imposible que pueda vencerlo y convertirse en el nuevo rey del infierno...pero el demonio de la radio siempre tiene un plan B. ...