Capitulo 3

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¿Cómo había terminado así? Rodeado de todos estos pecadores que intentaban aconsejarlo en el ámbito amoroso. 

-Mira lo que tienes que hacer es liberar esas feromonas de alfa cuando estén los dos solos y lo dejaras loco con sólo eso y sí está cerca de su celo aún mejor.- Habló cada vez más emocionado el demonio arácnido.- ¡Y ENTONCES TE LO COGES!

 Sonrió incómodamente ante el comentario, aunque ciertamente si lo considero como una opción muy dentro de su ser. 

-¿Pero qué mierda dices Angel? -Se quejó Vaggie.- Lo quiere conquistar, no embarazarlo. 

-Aunque apreció mucho tus consejos, mi afeminado amigo, pero creo que es muy pronto para actuar de ese modo.-Respondió fingiendo amabilidad hacia sus compañeros del hotel- Honestamente, creo que sería mejor consejos no tan intensos. 

Sonrió al ver como Husk se retiraba de la habitación, pero rápidamente volvió a centrar su atención al ángel caído. Si ella logró conseguir enamorar a la hija, ¿sus consejos servirán para conquistar al padre? 

-Dime, ¿cómo hiciste para enamorar a Charlie?- Preguntó casi al oído de Vaggie, asustándola de sobre manera.- Veo que lograste tener una adorable relación con ella, duradera además... Que envidia me da, me encantaría tener eso con Lucifer. -Fingió limpiar una lágrima de su ojo. 

La joven se alejo unos cuantos pasos, aún desconfiando del extraño demonio de la radio. 

-Primero me di el tiempo de conocerla y saber lo que le gusta, algo que claramente no haz hecho. - Eso tal vez fue un golpe bajo en el ego de Alastor.- Lo segundo sería no insultarlo, ni molestarlo como si lo odiaras.- Su sonrisa tembló un poco, sintiéndose como un pendejo. -  Y tercero, sé amable y comprensivo. 

-He sido bastante amable y comprensivo.- Mintió.- Si quisiera dañarlo ya lo abría hecho. 

-¿Amable? Literalmente haz estado coqueteando como un niño que le jala el pelo y le dice fea a la que le gusta.- Se interpuso el demonio con dudosa masculinidad.- Si no fuera porque dejas el lugar apestando a pino. 

Todos se quedaron mirando a Angel Dust con una ceja alzada e incrédulos, nadie más había olido eso. 

-¿Qué? Tengo un buena nariz para las hormonas, es gracias al trabajo. 

Un silencio reino por unos cuantos segundos. 

-Yo digo que le hagas un amarre.- Comentó la pequeña de un ojo.

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Alastor viendo que quedo como pendejo:

Alastor viendo que quedo como pendejo:

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Plan B [RadioApple]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora