Dónde y cuándo

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Una nube color violeta, enorme y relampagueante estaba sobre ellos, como si de una tormenta eléctrica se tratara. Marco había decidido aceptar y enfrentar su destino, aunque significara abandonar su única razón de haberse puesto ese brazalete a pesar de las advertencias de Lucía. Y también despedirse para siempre de su padre, que lo necesitaba, a quien había logrado entender y perdonar. Subió a la terraza del edificio cuando su tiempo terminó, pero Allegra apareció y eligió irse con él, fuera adonde fuera. Así, ambos comenzaron a levitar y la luz violeta que los envolvió no les permitió ver lo que estaba pasando debajo de ellos.

Félix también estaba ahí, gritando para que Allegra diera marcha atrás. No quería perderla. Y no sólo se trataba sobre que se estaba yendo con Marco, sino que, tal como les había advertido minutos antes, las fuerzas del brazalete requerían un sacrificio si su portador no completaba su misión. Temía que ese amor que sentía por él la llevara a la muerte.

Mientras estaba intentando analizar una de aquellas páginas que Marco había rescatado del diario de Lucía, un fuerte viento se la arrebató de la mano y fue directo a las manos de Clara, la nueva integrante de "Años Luz". Ella no explicó ni cómo ni por qué, ya que no había tiempo: había que ayudarlos. Abrió el cierre de su campera y dejó ver su colgante, el cual tenía alas y una potente luz dorada. Era tal cual Félix había visto en una de las páginas y de él se desprendió un rayo de luz que impactó en el brazalete de Marco, y otro en dirección al gato misterioso que Félix sostenía en sus manos, formando un triángulo (tal como se veía, de nuevo, en las páginas).

Aquella luz dorada, llegando de ambos lados al brazalete, hizo que se generara como una explosión que causó que Marco y Allegra desaparecieran.
Clara: ¿Qué hice? - dijo, preocupada.
Félix: ¿Cómo "qué hice"? ¿Quien sos? - se intrigó.
Clara: Soy Clara Sharp... su hija.
Félix: ¿Qué? - apenas pudo decir, ya que sentía que estaba al borde del desmayo.

Allegra despertó con un sol brillante en esa misma terraza donde desaparecieron en el aire. A unos metros de ella vio a su novio y rápidamente fue a ver cómo estaba.
Allegra: ¡Marco! - le gritó y corrió a él, estaba muy preocupada ya que no respondía - ¡Marco! - llegó cuando lo vio moverse, se alivió.
Estaba algo aturdido, pero apenas entendió que estaban bien y que ella estaba a su lado, se despertó completamente.
Marco: ¡Allegra! - la abrazó - ¿Qué pasó?
Allegra: Creo que... hicimos otro viaje.
Marco: Pero... la pregunta es dónde y cuándo estamos.
Allegra: Mirá - se levantó -, es la misma terraza. Yo creo que estamos en el pasado porque se ve abandonado.
Marco: Espero que no sea demasiado pasado y podamos buscar ayuda.
La pareja bajó y recorrió un poco el edificio hasta llegar a la salida, notándolo muy descuidado.
Allegra: Es obvio que esto es antes de que nosotros encontráramos el lugar. Cocó y tu papá lo hubieran arreglado sino.
Marco: ¿Vos crees que hice bien en cantar esa canción? No sé qué habrá pensado él. Escuchó a alguien idéntico a su hijo cantar una canción que sólo conocía su familia. ¿Se habrá dado cuenta de que era yo?
Allegra: Esa canción fue lo más lindo que le podrías haber dado...
Marco: Seguro me estuvo buscando después de eso y... desaparecí. Le di esperanzas y lo desilusioné.
Allegra: Y por eso tenemos que encontrar la forma de volver... - le dio la mano - Juntos.
Salieron a la calle y no había ni un alma, estaba completamente desierto.
Allegra: Tenemos que conseguir ropa. No puedo andar así por la calle, es muy llamativo.
Marco: ¿Podés entrar a tu casa?
Allegra: Por la ventana, sí. Espero que no haya nadie...
Empezaron a caminar en dirección a la casa de Allegra, pero por un camino no concurrido por ella, por si se encontraba con alguien.
Marco: ¿Y de qué manera descubriste que podías entrar por la ventana? ¿Te escapabas mucho?
Allegra: Masomenos - aceptó y le empezó a contar el por qué -. Aunque no lo creas, mi mamá no me dejaba meterme en nada relacionado con los musicales por problemas suyos con Cocó y yo quería ser Ellie en la nueva versión de Freaky Friday del 2021, así que falsifiqué su firma y me escapé para audicionar.
Marco: ¿Y se enteró?
Allegra: ¡Sí! Íbamos discutiendo en el auto y chocó... Yo me sentía muy culpable por eso y me enojé conmigo misma, entonces rompí la pared. Y ahí estaba el brazalete, que me llevó a vos.
Marco: Pero me hiciste creer que te llamabas Laura - le recordó, aunque no le molestaba.
Allegra: Pero te gustaba Laura, eh.
Marco: Me gusta más Allegra - le dio la mano.
Ella no pudo contener la sonrisa que le provocó lo que dijo, y él sonrió también, mirándola a los ojos.
Dieron unos pasos más, distraídos y enamorados, y se chocaron con una chica.
Clara: ¡Perdón! Llego tarde - se disculpó con ambos y no les dio tiempo de reaccionar, ya que siguió caminando (o más bien, corriendo).
Fue un momento fugaz en el que la vieron y, al principio no la reconocieron ya que no tenía maquillaje ni un peinado extravagante y llamativo. Al verla a los ojos cuando se disculpaba, se dieron cuenta de que era ella.
Marco: ¿Esa no era...?
Allegra: Clara - dijo en voz baja -, pero no parecía ella...
Marco: Capaz todavía no se viste como lo hacía cuando la conocimos. Yo antes no me delieaba los ojos - bromeó y ambos soltaron una carcajada.
Minimizaron el encuentro con Clara y avanzaron hasta la Residencia Sharp. Fueron juntos a un costado y Marco debía vigilar mientras Allegra agarraba un par de prendas, efectivo y una mochila.
Marco: ¿Qué hago si llega alguien? ¿Y si me reconocen? - le preguntó, mientras ella trepaba.
Allegra: No creo que te reconozcan. Sea quien sea, no dejes que suba o avisame.
Ella llegó a su habitación y desde afuera había notado que era distinta. Entró y observó cada rincón de ella, identificando algunos cambios, sorprendida e intrigada. Encontró una mochila, que no era suya, y ahí empezó a guardar las cosas que necesitaría, que tampoco eran las que tenía ella, hasta llenarla. Siguió viendo a su alrededor, con la esperanza de encontrar algún indicio sobre el momento en el que se encontraban. Pensaba en las posibilidades: podía ser antes de que ella naciera o tiempo después del momento en el que desaparecieron, ya que en su vida había visto el lugar así.
Marco: ¡Allegra! - la llamó desde la ventana, entrando - ¿Pasa algo?
Allegra: Esta no es mi habitación... Todo es distinto.
Marco empezó a revisar los cuadernos sobre el escritorio y, en uno de ellos, había un calendario, el cual marcaba el año en el que estaban, completamente lejos de lo que podrían pensar...
Allegra: ¿2040? - preguntó, completamente descolocada.
Marco: ¿Y ahora qué hacemos?

Entrelazados 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora