James me llevó a casa como dijo. En el camino no nos dirigimos la palabra, ni miradas tampoco. Me preguntaba que como él, siendo tan lindo y amable tiene un hermano tan estúpido, engreído, egoísta como Robby.
Pienso que merece alguien más, alguien que sea como él y no lo opuesto.
- Gracias por traerme aunque no era necesario que lo hicieras.- mencioné mirando mi casa a unas cuadras a lo lejos.
- No te preocupes, además tampoco quería seguir ahí. No soy muy amante a las fiesta que digamos, pero quería que estuvieran seguras.- detuvo el carro en la acera de mi casa.
- Tengo miedo.- Frunció el ceño.- Miedo de lo que le puede hacer Robby a Melanie.
- Robby puede ser un idiota, molestar a los demás pero tiene principios y sabe tener límites. No sé atrevería a tocarla, claro, sin el permiso de ella.- sonrió.- y si lo llegase a hacer, lo golpearía.
Suspiré.- Bien, pero si lo hace créeme que lo mataré así que recuérdale no pasarse de listo con ella.- rió mientras asentía y sonreí.- Buenas noches.- susurré.
- Igual para tí, Samantha, descansa.
Bajé del auto y me despedí por última vez cerrando el auto. Esperó a que pudiera estar dentro de casa para irse.
- ¿Te divertiste, no?- rápidamente encendí las luces encontrarme con la mirada penetrante de Matt.
- Amor...- susurré acercándome a él.- ¿Qué haces aquí?
- Las preguntas las hago yo. ¿Quién era ese y por qué te trajo a casa?- preguntó tomándome del brazo.
- Matt, me lastimas.- dije quejándome de su agarre, este se intensificó cuando hablé.
- Responde Samantha o juro hacer algo de lo que pueda llegar a arrepentirme.- sentenció.
- Solamente era un amigo, nos llevó a la fiesta que te había mencionado... Ya suéltame.
- ¿Un amigo, eh? ¿Qué te he dicho de tener amigos?- empujó mi cuerpo al sofá subiéndose encima de mí.
- Matt detente, esto no me está gustando.- sonrió. Estaba pasado de copas, él no era así. Sus manos sujetaron las mías por encima de mi cabeza inmovilizando mis golpes a sus hombros.
- Cállate.- habló mientras dirigía su boca a mi cuello, en este dejó besos realmente húmedos. Si lo quería hacer con él pero no con él en este estado.
- Detente ya.- mis palabras fueron ignoradas por completo y seguía con su trabajo. Bajó una mano que masajeo con desdén mi seno.
- Este jodido vestido te queda espectacular ¿Cuál era la necesidad de usarlo hoy y no cuando estás conmigo?
- ¿En qué momento? Si ni siquiera tenemos tiempo de vernos en clases. Siempre andas practicando.
Sus besos se detuvieron para poder verme a los ojos.
- Lo siento.- soltó mis manos y se quitó de encima, me incorporé.- Estoy poniendo más atención a mis partidos que a tí, prometo recompensartelo.
Sonreí feliz y satisfecha.- Espero que así sea.- besé su mejilla.- ¿Quieres quedarte? Estás embriagado y así no podrás regresar a casa.
- Claro que sí.- sus manos tomaron mis caderas acercándome a él y besó mi frente.- dormiré en el sofá, ve a descansar.- susurró.
- No. Me quedaré aquí contigo.- él suspiró y aceptó.
...
A la mañana siguiente desperté como de costumbre, un poco adolorida por la posición incómoda del sofá donde estuve la noche con mi novio.
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Hermosa Combustión (En Edición)
Fiksi RemajaSamantha O'kely, una chica estadounidense de 20 años de edad, particularmente divertida. Ella luego de la ruptura con su novio entra en un bucle de tiempo donde solo quisiese desaparecer sin darse cuenta que su próximo amor está a la vuelta de la es...