Londres estaba envuelto en una lluvia persistente, llevando a Scarlett a buscar refugio en una galería de arte poco conocida en el corazón de la ciudad. Al entrar, fue recibida por el cálido resplandor de las luces y un suave aroma a flores que parecía envolverla en un abrazo reconfortante. La galería era pequeña pero acogedora, con paredes adornadas únicamente por fotografías de personas de diferentes rincones del mundo.
Scarlett se detuvo frente a una fotografía en particular: una imagen en blanco y negro que mostraba a una niña pequeña con una lágrima solitaria resbalando por su mejilla. La expresión de tristeza en su rostro era conmovedora, y el contraste entre la luz y la oscuridad enfatizaba aún más la emoción capturada en la imagen. Cada detalle, desde el brillo en los ojos de la niña hasta el rastro de la lágrima en su mejilla, parecía narrar una historia de dolor y mucha soledad.
Mientras Scarlett contemplaba la fotografía, una lágrima rodó por su mejilla al sentir el peso de la tristeza que emanaba de la imagen. En ese momento, una voz suave la sacó de su ensimismamiento.
—Es increíble, ¿verdad? —dijo la voz detrás de ella.
Scarlett se volvió para encontrarse con un hombre alto y apuesto que la miraba con curiosidad. Su cabello oscuro estaba ligeramente alborotado por la humedad de la lluvia y sus ojos azules brillaban con una chispa de intriga.
—Sí, lo es... —respondió Scarlett, sorprendida por la intensidad de la conexión que sentía con la fotografía—. Me llamo Scarlett.
—James—dijo el hombre con una sonrisa amable—. Encantado de conocerte, Scarlett.
James tenía una presencia reconfortante, con un aire de misterio que la intrigaba. Parecía estar tan fascinado por las fotografías como ella, y juntos compartieron un momento de silencio mientras dejaban que las imágenes hablaran por sí mismas.
"¿Te gustaría explorar la galería juntos?" preguntó James con una sonrisa amable.
Scarlett asintió con entusiasmo. "¡Por supuesto! Siempre es más divertido compartir esta experiencia con alguien."
A medida que Scarlett y James exploraban la galería juntos, compartieron sus pensamientos y emociones sobre las diferentes obras de arte que encontraban. Cada imagen parecía abrir una ventana a un mundo de experiencias y sentimientos, y juntos se sumergieron en el poder del arte.
Mientras caminaban entre las fotografías, James notó el profundo conocimiento de Scarlett sobre el arte de la fotografía.
"¿Cómo sabes tanto sobre fotografía?" preguntó con curiosidad.
Scarlett vaciló por un momento antes de responder. "Mi padre era fotógrafo. Le encantaba viajar por el mundo tomando fotos."
"Lo siento, no quise traer recuerdos dolorosos", dijo James, con una mirada comprensiva.
"No te preocupes", respondió Scarlett con una sonrisa triste. "Fue así como un día salió para fotografiar algún lugar del Medio Oriente que se encontraba en guerra y nunca volvió. A veces todavía busco en las fotografías alguna pista que pueda decirme dónde está o que fue lo que paso."
James asintió con empatía. "Entiendo. La fotografía tiene ese poder de capturar momentos y emociones de una manera que trasciende el tiempo y el espacio. Es como si la gente en las fotografías fuera inmortal, siempre viviendo a través de ellas."
Scarlett y James continuaron su recorrido por la galería, maravillándose ante cada obra de arte que encontraban en su camino. A pesar de ser una galería pequeña, Scarlett se sorprendió de la ausencia de otras personas además de ellos dos.
ESTÁS LEYENDO
Fotografías y Susurros en Londres
Storie d'amoreEn el corazón palpitante de Londres, dos almas chocan en un torbellino de deseo y negación. Scarlett cautiva con su belleza indomable, mientras que Alexander, consumido por una obsesión casi enfermiza, se ve arrastrado hacia ella con un amor no corr...