XXXI

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Pov's Max

Después de que la banda se fuera la familia de Checo nos invitó a pasar, estaba muy nervioso, no era como me imaginaba conocer a la familia de Checo, estaban absolutamente todos.

Carlos, Charles, Arthur y Pato estaban de lo mas felices, yo me estaba muriendo de nervios, vi a toda su familia feliz bailar con la banda, también de lo que note era el cumpleaños de alguien.

- Te encontraste a un guapote checo - Una de sus primas se acercó a nosotros, había estado practicando mi español pero aún no lograba entenderlo bien, era muy complicado

- ¿Se puede saber porque no sabíamos que tienes novio? - Su papá se puso enfrente de nosotros con una expresión sería, sentí como mi alma salía de mi cuerpo.

- Quería que fuera un buen momento para presentárselos - Se adelantó Checo a responder, sinceramente creo que no era necesario decirles el “Pequeño inconveniente” que habíamos tenido.

- ¿No lo vas a presentar? - Checo apretó fuerte mi mano, sentí los nervios que el también tenía.

- Oh si, claro - Me miró nervioso aún tomando mi mano, acaricie su mano para poder tranquilizarlo un poco.

- Familia, él es Max Emilian Verstappen, mi increíble novio - Sonreí al escuchar “mi increíble novio” ¿eso significaba que habíamos regresado?

- Un gusto, Max - el padre de Checo me extendió la mano y yo la tomé, vaya error, me dio un apretón muy fuerte que intente disimular que me había dolido.

- Bueno, que siga la fiesta - Uno de sus primos grito y estaba agradecido, pues había un silencio un poco incómodo.

- Güerito, ¿no te quieres cambiar? - Pato se acercó a mi con una bolsa que tenia ropa mía.

- ¿Tú que haces con la ropa de mi novio, patito? - Y ahí estaban los celos de Checo que extrañaba.

- O pues, uno ya no puede ser amable porque lo juzgan, además que le voy a estar viendo, quedate con tu holandesa, yo ya tengo a mi Arthur - Pato le dio la bolsa a Checo y sw fue fingiendo estar indignado, checo solo se rió.

- Te llevo a mi habitación para que te cambies, cariño - Era una mala idea cambiarme en la habitación de Checo, podría salir muerto de ahí si sus papás se enteraban, pero no podía negarme, quería estar a solas con él.

- De paso me puedes decir esa increíble sorpresa que me tienes, tal vez la quieras adelantar - lo último lo dijo con otro tono, creo que no se imaginaba que era unos mariachis.

Subimos con cuidado sin que nadie se diera cuenta, su casa era bastante grande, tenia sentido pues su papá estaba en cosas de política. Su cuarto estaba muy desordenado, con ropa tirada en el suelo, parecía que no sabía que ponerse, entro detrás de mi y cerró la puerta con seguro, no entendía porque, cuando se acercó a mi lentamente poniendo sus manos al rededor de mi cuello.

- Sabes... te vez muy sexy vestido así - Estaba helado, estaba en plena fase donde las hormonas hacían de las suyas.

Puse mis manos al rededor de su cintura y me acerque a su cuello para dejar pequeños besos.

- Si quieres me puedo vestir asi cada que quieras - Dije en un tono de voz mas grave, sentí como Checo se estremeció.

- Eso me encantaría, güerito - Me separe de su cuello y lo mire, dios esos hermosos ojos cafés con un poco de verde me volvían loco y ni hablar de sus pecas, Checo me parecía el ser humano mas hermoso de todo el mundo, era un ángel caído del cielo. No podía resistir más, tenía que devorar sus labios tan adictivos, eran perfectos para los míos, encajaban tan bien.

17 años  || ChestappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora