ACOSADO (Libro II)

CAPITULO 2

TAEHYUNG

—¿Necesitas algo más? —me pregunta Jimin mientras echa un vistazo al pequeño estudio situado encima del gimnasio. Ha sido amable desde que llegué, junto con Jungkook. Pero no quiero esto.

No sé en qué demonios estaba pensando al venir aquí. El mensaje me sacudió, sí. Y luego Lisa me asustó, contándome su historia. Pero no debería estar aquí. Este no soy yo. Yo no me asusto por un mensaje. No huyo. Aun así, Jimin es demasiado amable para ser grosero. Le ofrezco una sonrisa mientras tomo asiento en el pequeño sofá que es prácticamente el único mueble del lugar. Supongo que también es mi cama. Él toma asiento a mi lado, con cara de vergüenza.

—Sé que no es mucho, pero realmente fue lo mejor que hice. Aceptar la ayuda y quedarme aquí.

Mi ritmo cardíaco se acelera, no queriendo aceptar nunca una ayuda así. No necesito esto, sé que algunas personas sí necesitan ayuda y creo que deberían aceptarla. Pero esa persona no soy yo.

—Te lo agradezco, pero no me quedaré mucho tiempo.

Sus labios se fruncen, y me doy cuenta de que quiere decir muchas cosas, pero primero se lo está pensando. Es cuidadoso. Que es exactamente lo que no quiero. No soy una víctima. No me ha pasado nada.

—¿Por qué tenías que quedarte aquí? —Pregunto sin rodeos y noto que se estremece ligeramente.

Pero levanta la barbilla, cuadrando los hombros con una hermosa fuerza. —Estaba en una mala relación y finalmente me cansé de ella. Acabé aquí.

Lo miro de arriba abajo, intentando no ser demasiado invasivo o crítico, pero es difícil imaginar que alguien le haga daño. No es enorme como su novio, pero tiene buena constitución. No parece débil en absoluto. Durante mi proceso de pensamiento, me doy cuenta de que estoy siendo un imbécil. El tamaño no tiene nada que ver con los imbéciles abusivos. No hace falta ser un ser humano débil para acabar en una relación abusiva, pero he pasado gran parte de mi vida tratando de parecer fuerte. Para ser más fuerte para que no me empujen.

Intento apartar todo eso y me encuentro con sus ojos. —Me alegro de que hayas encontrado a Jungkook y este lugar, pero yo no soy así... —No parece ofendido, quizá más bien divertido, pero aun así, intento explicarme rápidamente. —Quiero decir, no soy una víctima.

Mierda. Lo he hecho peor. Jimin, por suerte, sólo sonríe irónicamente y cruza los brazos sobre el pecho, estudiándome con tranquila diversión.

—No tengo duda de que eres fuerte. Pero este hombre podría ser peligroso. Y no quiero verte, ni a ti ni a nadie, herido.

—No quise decir víctima. —Me siento como un idiota, y aunque soy bastante descarado y me enorgullezco de no contenerme, no quiero herir sus sentimientos.

Se limita a sonreír, a soltar los brazos y a darme una palmadita en la rodilla. —No es una mala palabra. Algunas víctimas de abusos y crímenes son las personas más fuertes del mundo. Porque han tenido que luchar. No hay que avergonzarse de pedir ayuda.

Hago lo posible por no burlarme ni decir nada grosero, pero por dentro grito que no necesito ayuda. No necesito luchar. Fue un pervertido. Estoy seguro de que la gente recibe mensajes así todo el tiempo.

—Sí, bueno, no quiero ayuda de ese imbécil de abajo. Eso te lo puedo decir.

Se ríe de eso, recostándose en el sofá justo cuando se oye un rápido golpe en la puerta, seguido de una petición. —¿Está bien si entro? —El simpático hermano Kim. 

Estoy seguro de que el otro irrumpiría como si fuera el dueño del lugar. Jimin me mira interrogativamente, y yo hago un rápido gesto con la cabeza antes de que se levante del sofá y abra la puerta, dejando entrar a su novio.