ACOSADO (Libro II)

CAPITULO 6

TAEHYUNG

—Lisa. Estoy bien.

Oigo su resoplido indignado y puedo imaginar su mente dando vueltas mucho antes de que vuelva a decir alguna palabra al teléfono.

—Pero no lo estás. Ese mensaje fue asqueroso, y él es espeluznante. Puede ser mucho peor.

Intento ser paciente con mi amiga. Sé que está preocupada y que lo que ha pasado ha sido espantoso. Pero realmente creo que fue una casualidad.

—Estoy aquí. Como pediste.

Se queda en silencio un momento, y puedo oír la sonrisa en su voz. —Lo sé. Me alegro de que, al menos, me hayas escuchado tanto. Pero, ¿has pedido ayuda?

—No he tenido que hacerlo. —Vuelvo a apoyar la cabeza en el sofá. —Jungkook y Jimin están decididos a ayudar.

Se ríe con facilidad. —Sí, son así. Especialmente Jungkook. ¿Pero has permitido que Jin te ayude?

Me burlo. —¿Te refieres al hombre que no soportas? ¿El que me has advertido que es un completo imbécil? Una evaluación justa, por cierto

—Él es... —Hace una pausa como todo el mundo parece hacer cuando habla de Jin. Como si no supieran cómo describirlo. —Difícil.

Me rio sin humor. —Cierto.

—Es un buen hombre. Sólo es un grano en el culo y súper ruidoso y molesto.

—Por favor, sigue adelante—, digo sin palabras, ella está acostumbrada.

—Pero él se preocupa. Le importa. En el fondo. El hombre se hizo policía porque se preocupa.

Sacudo la cabeza, que sé que ella no puede ver. —O sólo quiere empujar a la gente.

Se queda callada. —Él no es así. —Por la forma en que lo dice, casi le creo.

—Sí. He hablado con él dos veces, Lisa, y he sacado mis propias conclusiones. —Me levanto del sofá y camino por el pequeño apartamento. —Es el típico deportista musculoso y lleno de testosterona. El hetero que empuja a los escuálidos gays a las taquillas y se ríe de ellos.

—Taehyung.

No la dejo hablar. —No. Mira, ya no soy ese chico escuálido. No soy débil, y que me cuelguen si me van a empujar.

—Pero Taehyung...

Llaman a mi puerta y resoplo. —Espera, Lisa. Hay alguien en la puerta.

—Pero Taehyung, espera. —No la oigo realmente, abro la puerta y me encuentro con Jimin de pie, con una brillante sonrisa en la cara. Casi me río porque parece tan amigable -aunque puedo decir que es Jungkook y su misión salvarme. Adoptarme como a un triste cachorro. —Tengo que irme, Lisa. Jimin está aquí.

—Espera.

Le hago señas a Jimin para que entre. —Hablaré contigo pronto. Estoy bien. Te prometo que estoy bien. Deja de preocuparte y disfruta de ese nuevo maridito tuyo.

—Te quiero, lo sabes. —Se queda callada y parece triste, pero suspira mientras se rinde. —Hablamos luego.

Después de colgar, cuelgo el teléfono y miro a Jimin, contento cuando la pantalla se queda en negro. Hoy no habría contestado al teléfono si la pantalla no hubiera aparecido con una llamada de Lisa, brillante como el día. He evitado todos mis mensajes, y todavía no estoy preparado para enfrentarme a ellos.

—¿Qué pasa?

—Sólo quería ver cómo estas. Pensé que querrías ir al gimnasio y hacer ejercicio.