¿𝐒𝐞𝐫𝐚́ 𝐀𝐦𝐨𝐫? | 𝐑𝐨𝐝𝐫𝐲𝐠𝐨

dezesseis

📍Brasil

Valentina

— Bem-vindo à cidade do Rio de Janeiro —la voz avisa y yo miro por la ventana observando la parte de afuera.

Tome un vuelo de primera clase ya que Rodry y Vini viajaron con la selección, después de algunas horas de vuelo llegué al bajar tome mi maleta y luego cogí un taxi.

Le di la dirección del hotel que Rodry reservo y en pocos minutos ya había llegado, hice el chequin y me dieron las llaves de la habitación, me dirigí a ella y cuando abro la puerta levanté la mirada.

— Hasta que llegas, ya te extrañaba —habla Rodry con una sonrisa, me acercó a el y me recibe con los brazos abiertos.

— Pensé que no te vería hasta la tarde —le digo aún sin soltarlo.

— Es que pensé que mi princesa iba a tener hambre y no voy a dejar que almuerces sola después de un vuelo tan largo —el me señala una mesa donde estaba el almuerzo y una vela prendida.

— Debes dejar de consentirme así mirá si algún día tenemos que estar lejos el uno del otro —planteó y el niega.

— Y tú deberías dejar de pensar en cosas que no van a pasar —el deja un beso en mi cabeza y camina hacia mis maletas y las deja cerca de la puerta y la cierra—. Ven vamos a almorzar que luego tengo entrenamiento —el me sujeta de mi cintura guiandome hacia la mesa y retira una silla para que tomé asiento.

El me sirvió un poco y luego el, el solo comió un pedazo de pollo con ensalada, siempre trata de seguir al pie de la letra su dieta aunque a veces se da sus gustitos.

— Comer contigo es como estar en casa —rompe el silencio y yo sonrió inconscientemente—. Después del partido te llevaré a conocer dónde crecí —dice entusiasmado, lo noté en sus ojos porque le aparecieron un brillo.

Siempre que habla de las cosas que le gustan tiene un brillo especial en los ojos, cuando habla sobre Cristiano Ronaldo, cuando habla del basket, surf o tenis de mesa, cuando habla sobre las playas de Brasil y de como ama el verano, cuando habla del amor que le tiene a su familia y a el real Madrid, podría pasarme horas escuchandolo hablar y admirado ese brillo de sus ojos.

— Me encantaría conocer más sobre Rodrygo Goes —le digo con una sonrisa y el me sonríe nuevamente.

— Espero que nuestros hijos también amen Brasil porque claramente van a nacer en España, pero también tendrán la nacionalidad Brasileña —empieza a hablar rápidamente y con entusiasmo.

Después de esas palabras ya no lo escuche, mi mirada se clavo en la vista del balcón pensando en lo que acababa de decir, luchaba conmigo misma para no soltar las lágrimas pero el nudo en mi garganta se hacía cada vez más fuerte.

Rodry continuaba hablando sobre el tema pero en un momento pareció notar que no le estaba prestando atención.

— Amor ¿Estás bien? —pregunto con cierta preocupación rápidamente sacudí la cabeza y le forcé una sonrisa.