epílogo

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Rodrygo

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Rodrygo

Con valen últimamente hemos estado muy al pendiente de su embarazo y más ahora que está en las últimas estancias, el médico le dió de hoy a dos semanas para el parto.

No pienso dejarla sola ni un solo minuto, se que he estado un poquito intenso pero es solo porque no quiero perderlas, a ambas son mi vida entera.

Con valen nos encontrabamos preparando el desayuno, bueno ella solo estaba cortando las frutas.

Le sonreí al verla comer un poco de la frutilla, me hizo acordar a cuando tuvo un antojó a las 2 de la mañana, me despertó con lágrimas en los ojos pensé que me había pasado algo Pero solo se sentía culpable de despertarme, era tan tierna así.

Flashback

— Amor —escucho y rápidamente me levanto pensando que algo le había pasado.

— ¿Estás bien bonita?

— Si, es que quiero comer una torta de chocolate —suspiro Ondo tranquilizandome.

— Son las 2 de la madrugada —ella empezó a lagrimear, le di un beso y me levanté.

— me siento culpable, mañana tienes entrenamiento temprano y yo con estos antojos —le sonrió y acaricio su mejilla.

— Amor tranquila, yo haría lo que fuera por vos y mi princesa —le doy un beso en su frente.

🤍

Pude notar que tenía una molestia, su cara cambio completamente y llevo su mano a su barriga, apenas iba a preguntar si estaba bien comenzó a quejarse de dolor.

— Vamos al médico —le digo y ella se agarra de mí aún quejándose del dolor.

— Me duele mucho, no puedo caminar —es lo único que logra decir, ella aún sujetaba su barriga.

La cargue en mis brazos siendo muy cuidadoso y la subí al carro, maneje lo más rápido posible Pero debo confesar que los nervios me tenia mal, escucharla quejarse de dolor y no poder hacer nada era muy difícil para mí.

Llegamos al hospital y rápidamente la baje y pedí ayuda algunas enfermeras trajeron una silla de rueda y la metieron.

— Rodrygo tengo miedo —confiesa en el camino, me aguante las lágrimas y tome su mano.

— Todo estará bien bonita, no te preocupes.. estoy aquí —senti como apretó mi mano, no podia derrumbarme, no ahora ella me necesita.

La metieron a una sala para revisarla, me tuve que quedar afuera mientras llame a su abuelo y a mí madre, no podía con esto yo solo.

Camine de un lado a otro esperando alguna respuesta, las enfermeras salían y entraban Pero ninguna me dijo nada hasta que al fin salió el doctor.

— Doctor ¿Cómo está mi esposa?

¿𝐒𝐞𝐫𝐚́ 𝐀𝐦𝐨𝐫? | 𝐑𝐨𝐝𝐫𝐲𝐠𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora