vinte e quatro

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Valentina

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Valentina

Me desperté temprano al día siguiente, quería ir al médico últimamente he sentido varias molestias, no creo que sea algo malo pero es mejor saberlo para poder prevenir cualquier enfermedad o algo parecido.

El médico me mandó a hacer varios análisis, se supone que estarían dentro de 3 horas así que decidí ir a pasar tiempo.

Fui a comprar varias cosas para la casa, ya he comprado lo necesario ayer Pero nunca está demás comprar cosas nuevas.

Pasó el tiempo y volví al hospital, estaba sentada nuevamente en la misma silla que hace algunos meses, solo que está vez estaba sola, empecé a jugar con mis manos de los nervios hasta que el doctor entra con los análisis en la mano.

— Valentina, he revisado tus análisis y todo está normal como hablamos todo eso son síntomas del Estrés, debes alimentarte bien ya que si hemos encontrado que tienes anemia.. Pero nada de que preocuparse, con una buena alimentación y algunas vitaminas te pondrás bien.

— ¿Está seguro doctor? —el asintió con una sonrisa tranquilizadora.

— Valentina, me tomé el atrevimiento de hacer esto —me pasa un sobre cerrado—. Es un estudio de fertilidad, quería asegurarme de esto ya que ha pasado mucho tiempo y afortunadamente no has tenido ninguna secuela.

Sonreí inconscientemente y poco a poco mis ojos se empezaron a llenar de lágrimas.

— ¿Eso quiere decir que si podré tener hijos? —el doctor asiente con una sonrisa, sin pensarlo lo abrazo.

— Es la mejor noticia que me pudieron dar, gracias doctor..

— Pero tienes que cuidarte de todas formas, sin estrés porfavor y debes alimentarte correctamente.

— Claro que sí, muchas gracias..

🤍

Salí del consultorio con una sonrisa, meses atrás camine por este mismo pasillo con lágrimas de tristeza Pero hoy no, hoy son de felicidad... He estado esperando está noticia por muchísimo tiempo, quiero correr hacia Rodrygo y decírselo, también a mi abuelo.

Conduje hasta Valdebebas, ya que aún Rodry estaría ahí por el entrenamiento.

Llegué y lo ví desde las gradas entrenando, moría por correr hacia el pero me contuve tenía que esperar, me senté en las gradas un poco impaciente.

El me vio y sonrió, le devolví la sonrisa y el continuo entrenando, minutos después terminó la práctica y el rápidamente se acerca a mí..

— suerte que nos mudaremos lo antes posible, ya no puedes separarte de mí.. me has extrañado tanto que viniste a verme entrenar —bromea y yo suelto una carcajada para luego darle un beso.

¿𝐒𝐞𝐫𝐚́ 𝐀𝐦𝐨𝐫? | 𝐑𝐨𝐝𝐫𝐲𝐠𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora