16 La reina y el peón parte uno

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Elizabeth estaba sentada en el aeropuerto de Cordonia, esperando su vuelo de regreso a Nueva York, mientras hablaba con su hermano. Dos guardias del palacio la vigilaban de cerca. En ese momento, el altavoz del aeropuerto anunció el inicio del abordaje para los pasajeros de clase turista del vuelo PD 345 a Nueva York. Elizabeth informó a su hermano que estaba a punto de subir al avión y se puso de pie, tomando el bolso que había empacado apenas unas horas atrás bajo la mirada atenta de los guardias del palacio. Observó cómo los guardias la observaban mientras cargaba el bolso en su hombro y buscaba el pase de abordaje en sus bolsillos.

Justo en ese momento, mientras hablaba con Jasper, Elizabeth anunció que lo vería pronto, pero sin darse cuenta, dejó la llamada en altavoz. De repente, escuchó una voz familiar gritando que esperara. Se giró y vio a Maxwell y Bertrand acercándose rápidamente, pero los guardias los interceptaron. Esto enfureció a Bertrand, quien les exigió que los soltaran, recordándoles que él era el Duque de Ramsford. Los guardias retrocedieron al escuchar el título y permitieron que Maxwell y Bertrand avanzaran hacia donde estaba Elizabeth.

-¡Elizabeth!-irrumpió Maxwell con un grito.

-¿Vinieron a... ayudarme?-preguntó Elizabeth, con una mezcla de sorpresa y esperanza.

-Pues... ¿un poco?-admitió Maxwell. -La verdad es que no tenemos respuestas, pero estamos aquí para ti.- ¡Aún creemos en ti, Elizabeth!

-¿De veras? ¿Los dos?-preguntó Elizabeth, buscando confirmación.

-Solo dinos... ¿es verdad?-preguntó Bertrand con seriedad.-¿Tienes un vínculo amoroso con Tariq?

-¡Bertrand, por supuesto que no es verdad!-respondió Elizabeth con firmeza. -¿Por qué están aquí?

-Hemos venido a llevarte de regreso,- anunció Maxwell.

-¿Qué?-exclamó Elizabeth, sin comprender del todo.

-Vamos a luchar por esto, Elizabeth.- intervino Bertrand con determinación.-Nadie ensucia el honor de la casa Beaumont.

-Pero... ¿Qué sentido tiene?-cuestionó Elizabeth con confusión. -¿Acaso no terminó todo? Adrián eligió a Madeline.

-Aún hay una posibilidad de que estés con él,-explicó Bertrand.-Hay una sección de la Constitución que establece que el rey puede cambiar su selección en casos específicos y por el bien de la nación.-Pero lo más importante es que sabemos que hay alguien conspirando en tu contra. -Tenemos que resolver este complot de inmediato.

-¿Harían eso por mí?-preguntó Elizabeth, conmovida.

-Nada de esto es tu culpa, señorita Elizabeth,-aseguró Maxwell.-La culpa es de la corte por haber reaccionado de ese modo, y más aún de los culpables del complot.

-Tienes el apoyo absoluto de la casa Beaumont y de Drake,-afirmó Bertrand.-Nos quedaremos contigo hasta el final, sea cual sea.-Me siento optimista,-dijo Bertrand con determinación.-Creo que venceremos, aunque tenemos muchísimo trabajo por delante.

Elizabeth les preguntó qué tipo de trabajo tendrían que realizar, y Maxwell le explicó que debían prepararla para la gira del compromiso real. Sin embargo, el único problema era que para descubrir qué había sucedido y limpiar su nombre, tendrían que permanecer en la corte mientras se preparaban para el recorrido de compromiso del rey y la condesa Madeline. Maxwell le aseguró a Elizabeth que sería una experiencia increíble, ya que visitarían muchos lugares, como la Torre Eiffel en París, el Mar de Capri y los Cerezos en Corea,Etc. Además, mencionó que asistirían a muchas fiestas y se divertirían sin parar, aunque ignoraran el hecho de que Adrián y Madeline estuvieran juntos.

En ese momento, el altavoz anunció la última llamada para los pasajeros de clase turista del vuelo PD 345 a Nueva York.

-¡Ya me cansé de todo esto! Regresaré a Nueva York y...-comenzó a decir Elizabeth, pero fue interrumpida por la voz de Jasper que salía desde su teléfono.

Pasos de realezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora