Adrián y Elizabeth se acomodan en una de las mesas mientras Hanna se acerca.
—Elizabeth, Príncipe Adrián, han tenido una merecida victoria.—Exclamo Hanna con alegría.
—Gracias, Hanna. —¿Te unirías a nosotros?
—Encantada.—respondió.
El personal trae té caliente, crema y pequeños sándwiches. Maxwell y Drake también toman asiento.
—¡Finalmente podemos comer!—Grito Maxwell.
-Si a esto le llamas comer.-Drake respondió con decepción.
—Para ser honesta, Drake, tienes razón.—Comento Elizabeth.
—Gracias, veo que alguien entiende.
—En fin, ¡vamos a lo importante! Elizabeth, ¿crees que le caíste bien a la reina?—Interrumpió Maxwell.
—Creo que sí.—Respondio con un toque de seriedad.
—Fantástico,es como ver a un ave que aprende a volar.—Exclamo Maxwell.
—¿Crees que la reina me apruebe?—Pregunto mirando a Adrián.
—Sí, creo que mantuviste mucha compostura.—Devolviendole la mirada a Elizabeth.
-—Basta de hablar de Elizabeth, no hay más de esos sándwiches, y me muero de hambre—Comento Drake.
—No te preocupes Drake, hay más comida esperándonos en el palacio.—respondió Maxwell.
—Muero de ganas de comer un cronut.—Dijo Elizabeth.
—¿Un qué?—pregunto Adrián con sorpresa.
—¿Nunca han comido un "cronut"?—Contesto Elizabeth.
— Pues no.—Maxwell alzo los hombros mientras respondía.
—¿De verdad? Esto es algo que tenemos que corregir, ninguno de ustedes ha comido un cronut.—sugirió Elizabeth.
—Solo dime que no tiene nada que ver con una corona.—agrego Maxwell.
—No, es un croissant glaseado como una rosquilla. Es uno de los mejores inventos del mundo.—sonrio.
— Suena... estadounidense.
—¡A New York le encantan! ¡Tenemos que conseguirlos!—Exclamo con una sonrisa.
—Eso suena a una aventura, pero no creo que el cronograma lo permita.—Respondio Adrián decepcionado.
—¿Y si nos escapamos un ratito de la cárcel en la noche? ¿Crees que podemos salir sin que nos vean e ir a comprar cronuts?—Añadió Elizabeth.
—Eso suena muy divertido.—aseguro Hanna.
—Estoy segura de haber visto cronuts en una panadería cercana cuando veníamos en el auto.—afirmo.Elizabeth.
—Muy tentador. ¿Estás segura de que quieres hacer esto, Elizabeth?—Cuestiono Adrian.
-—¡Es hora de tener una aventura!—Clamo Elizabeth de felicidad.
— Entonces,iré con Elizabeth.—afirmo
—¡Yo también!—Añadió Maxwell.
— Al fin nos divertiremos fuera del palacio.—Imploro Drake.
—Tengo muchas ganas de comer algo distinto.—Alego Hanna.
Esa noche, Hanna, Drake, Maxwell y Elizabeth esperan a Adrián afuera del palacio.Maxwell observa con impaciencia el reloj.
