29 Perdón

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Mientras organizaba la seguridad del Palacio de Cordonia, Drake recibió su invitación a la mascarada de la Condesa Bathory. La noticia lo tomó por sorpresa, pero no pudo evitar sentirse intrigado por la perspectiva de asistir a un evento tan exclusivo.

—¿Una mascarada de la Condesa Bathory?— leyó la elegante invitación.—Esto será interesante,—murmuró Drake.

Mientras tanto, en la mansión Beaumont, la llegada de las invitaciones desató una discusión entre Bertrand y Maxwell. Bertrand estaba emocionado ante la oportunidad de recuperar su estatus como noble, mientras que Maxwell expresaba preocupaciones sobre los posibles riesgos involucrados.

—¡Esta es nuestra oportunidad de volver a ser lo que éramos!—insistió Bertrand con determinación palpable en cada palabra.

—Bertrand, no puedes ignorar las implicaciones de esto,—respondió Maxwell con seriedad. —No sabemos realmente qué busca la Condesa Bathory con esta mascarada.

En Corea, la familia de Hanna se emocionó al recibir la invitación, viendo en ella la oportunidad perfecta para unir su linaje con el de la Condesa Bathory. Hanna, sin embargo, se preguntaba qué podría ocurrir tras la máscara de la condesa y qué implicaciones tendría para su futuro.

En su casa junto a la playa, Penélope examinó la invitación con fascinación, imaginando el glamour y el misterio que la noche de la mascarada traería consigo. Mientras tanto, en la galería de arte de su familia, Kiara se preguntaba qué obras de arte podría encontrar en el palacio de la Condesa Bathory.

En otra parte de Cordonia, Madeleine revisó la invitación con interés, sintiendo la emoción crecer en su interior ante la perspectiva de una noche llena de intrigas y revelaciones. Con cada invitado preparándose para la mascarada, el destino de Cordonia parecía más incierto que nunca. Mientras que en Rumanía, después de revisar las listas con las confirmaciones, el rey Vladimir y la reina Lisa intercambiaron miradas intrigadas al ver el nombre del rey Adrián de Cordonia. Lisa frunció el ceño ligeramente, mientras Vladimir parecía perdido en sus pensamientos.

—¿Qué te parece, Vladimir?—preguntó Lisa, rompiendo el silencio tenso que había caído sobre la habitación.

—Es extraño. ¿Cómo es posible que el rey Adrián haya confirmado su asistencia? Se supone que Elizabeth está muerta, ¿no es así?—sacudió la cabeza.

—Sí, así es como se ha creído durante años. ¿Podría ser algún tipo de error?— confundida, respondió Lisa.

Mientras tanto, en el castillo Nádasy, Elizabeth y Jasper trabajaban diligentemente en los preparativos finales para la mascarada del día siguiente.

—Espero que todo salga según lo planeado, Elizabeth frunció el ceño mientras repasaba la lista de invitados una vez más.

—Todo saldrá perfecto, Eli. Es hora de dar las instrucciones a los empleados del palacio para que no se cometa ningún error,— propuso Jasper.

—Sabrina, necesito que transmitas nuevas instrucciones al personal. Esta noche, deberán dirigirse a mí como "Su Alteza", siguiendo el protocolo de la familia real de Rumanía.—Es importante que todos estén al tanto,—ordenó Elizabeth.

—Entendido, Su Alteza. ¿Algo más que necesite saber?—preguntó Sabrina con seriedad.

—Por ahora, eso es todo. Gracias, Sabrina,— negó Elizabeth.

Después de que Sabrina se retirara para cumplir con sus órdenes, Elizabeth se volvió hacia Jasper con una expresión preocupada.

—Espero que los sirvientes no se sientan demasiado incómodos con todo esto. No están acostumbrados a este protocolo real ni a eventos de esta magnitud desde que llegamos,—nerviosa, expresó.

Pasos de realezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora