C A P Í T U L O C U A T R O.

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Hoy sería la cena de ensayo, por lo que me decante por un vestido floreado en tonos pasteles sin mangas y que llegaba a mitad de mis piernas. Recogí mi cabello en una coleta de caballo despeinado y tomé mis sandalias de tiras plateadas, rocié perfume sobre mi cuerpo. Tomé mi teléfono y salí de la habitación.

Apenas llegue a donde sería la recepción, Gilliam en un lindo vestido dorado que hacía juego con su cabello, casi al borde de un colapso, me abordo.

—¿Dónde estabas? Te estuve buscando —preguntó apenas me vio llegar.

—Por ahí —me encogí de hombros a modo de disculpa.

—¿Por ahí? Por ahí —refunfuño.

—Oye ¿qué pasa? ¿Por qué estas alterada?

—Alterada es poco. No sé dónde está Will y mi dama de honor ahora es que se digna a hacer acto de presencia y las personas ya están llegando —dijo con una sonrisa fingida para una pareja que acaba de llegar. Mi celular sonó, con una llamada entrante.

—¿A dónde vas? Acabas de llegar —se quejó.

—Hey cálmate. Respira y déjalo fluir.

—Para ti es muy fácil.

—Eso fue un golpe bajo.

—Lo siento, lo siento. Estoy alterada.

—No importa, pero debo contestar. Es importante.

—¿Es Connor? —asentí, justo cuando Will apareció con Dan. Gill suspiró aliviada—. Bueno no se fugó. Vamos —dijo y la seguí, a donde pudiésemos hablar con calma. Conteste, era una video llamada.

—Hola cariño —él se acercó a la cámara y sonrió—, hay alguien aquí que quiere saludarte.

—Tía Jilly —dijo y ambas sonreímos pegadas al teléfono.

—Hola cariño, pero mírate si estas más grande.

—Sí, pronto cumpliré años —dijo emocionado.

—Ah, ¿sí? ¿Cuántos? —y aunque Gill, ya lo sabía. No podía arrebatarle la emoción a Connor. El mostró sus deditos muy orgulloso—. Qué bien ya eres todo un hombrecito.

—¿Vendrás a mi fiesta?

—Por supuesto.

—Bien, Lana también vendrá.

—¿Y quién es Lana?

—Mi amiga, y comeremos pastel de tita Cat —asentí solemne. Ella me miró por el rabillo del ojo.

—¿A poco ya no se le queman? —preguntó con maldad.

—Oye —me quejé. Ella rio y Leah se mostró en cámara.

—Hola Gill.

—Hola Leah —ellas dos, no se llevaban particularmente bien.

—Liah, tía Jilly, vendrá a mi fiesta.

—Eso es genial, cariño —el teléfono de Gill sonó.

—Me encantó hablar contigo cariño. Te extraño un montón, pero el deber llama. Te llamare más seguido, lo prometo —el asintió y Gill le lanzo un beso antes de irse.

—¿Lavaste tus dientes? —El asintió—. Bien porque es hora de la siesta —hizo pucheros.

—Vamos Connor.

—Te amu —dijo con ternura, eso enterneció mi corazón, estoy segura que, de ser una caricatura, me hubiesen salido corazones en los ojos.

—Yo te amo más —dije y él colgó la llamada.

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⏰ Última actualización: Feb 16 ⏰

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