Nueve: Provocación.

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Enzo Vogrincic fanfic
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Simplemente no pudiste contenerte cuando lo viste. Una camiseta color rojo vino cubría su cuerpo mientras realizaba una entrevista virtual con algunos de sus compañeros de LSDLN. Se veía tan guapo que no tuviste otra opción que esconder tu cuerpo debajo de su escritorio y robarle un poco de atención a la entrevista.

Enzo te miró y sonrió ante la forma en que tus ojos lo miraban mientras le bajabas los shorts junto con los boxers, liberando su polla del material.

Él se lamió los labios, tratando de controlarse para no mover sus caderas hacia arriba para llevar su miembro hacía tu boca, se mantuvo en paz mientras tu mano subía y bajaba por su miembro, poniéndolo duro como una roca con solo tu toque. te acercaste más a él, metiendo tu cabeza entre sus muslos, preparándote para chupárselo.

Te sonrió de nuevo, bajando la voz para que sólo vos pudieras escuchar; "sos una descara", gimió en voz baja, escuchaste que la entrevistadora le preguntó si se encontraba bien, a lo cual simplemente se excusó diciendo que se había golpeado el dedo meñique del pie contra la mesa.

Apoyó la cabeza contra el sofa, pero hizo todo lo posible por mantener la vista en la entrevista, rezando para que la chica comenzara a hacerle preguntas a otro de sus compañeros de reparto pronto.

Comenzaste llevándolo lentamente a tu boca para que pudiera concentrarse en la pantalla, él siguió respondiendo preguntas mientras mantenía una mano en la parte posterior de tu cabeza, para jalarte del cabello si se sentía demasiado para él o empujarte hacia abajo si dejaba de ser su turno en la entrevista.

Enzo jadeó, tratando de disimularlo con una tos, mientras comenzaba a arrastrar las palabras y sus respuestas se volvían repetitivas ante tus toques.

Gemiste levemente alrededor de su miembro, haciendo que sus muslos se cerraran ante las vibraciones, y giraste tu lengua alrededor de su punta mientras metías su polla más profundamente en tu boca. comenzaste a sorber su miembro y a mover la cabeza ligeramente, usando tu mano en la mitad inferior de su miembro y rozándolas contra sus bolas de vez en cuando.

Enzo comenzó a respirar con dificultad, claramente tratando de mantenerse en silencio mientras comenzabas a mover tu mano y boca rápidamente sobre su miembro. milagrosamente estaba haciendo un buen trabajo manteniendo la calma mientras seguía rezando para que su parte de la entrevista terminara pronto.

—Y pues nada, el proceso de filma —se interrumpió con un gemido bajo cuando tu mano bajó para tocar sus bolas y tu lengua rodó por su punta para atrapar el líquido preseminal que goteaba de esta, él siguió hablando, tirando de tu cabello pero también empujándote hacia abajo. Ni siquiera él sabe si está tratando de que te detengas o continúes, pero se vuelve loco cuando lo tomas en tu boca otra vez y le haces una garganta profunda, aplastando tu nariz contra su pelvis cuando llegas hasta abajo, miraste hacia arriba, él tenía los ojos cerrados, pero aún intentaba responder las pocas preguntas que le quedaban, entonces, sería todo tuyo.

Sentiste su miembro moverse en tu garganta, provocándote arcadas, lo cual lo hizo soltar otro gemido, tragas alrededor de su eje y esta vez decide empujarte un poco, y ves cómo apaga su micrófono y su cámara, entonces empiezas a bajar sin miedo a su verga. lamiendo, chupando, acariciando, tragando todo. viste como enzo empujó la computadora portátil y se deslizó un poco hacia abajo para agarrar tu cabeza con ambas manos.

—Ahora sí puedo hacértelo como yo quiero? —murmuraste y luego le escupiste suavemente en la verga.

—Se supone que tendría que estar... mierda  escuchando el resto de la entrevista —su oración termina con otro gemido cuando comienzas a lamer la parte inferior de su polla pasando tu lengua por la vena abultada que adorna su miembro mientras sigue retorciéndose en tu agarre.

Enzo jadea y gime tu nombre, arrastrando cada sílaba de sus palabras.

—Pará, amor, me voy a correr. debería ponerle atención a la entrevista —dijo con los ojos entrecerrados mientras hacía lo mejor que podía para mantener la atención en la pantalla que ahora mostraba la entrevista de matías.

—Si te corres pronto podes volver a la entrevista —le dijiste sin más.

—Mierda —repite una y otra vez cuando empiezas a acariciarlo mientras ahora besas sus bolas. cubriéndolas con tu saliva mientras deslizas tu lengua contra ellos—. Uff, lo haces tan bien.

Sentís su miembro palpitar en tu mano y el típico tic en su punta que te avisa que está a punto de correrse, acercas tu boca sobre él nuevamente y comienzas a chupar solo la punta. envolviéndolo con tus labios tan bellamente que enzo tiene que cerrar los ojos a menos que esté listo para soltar su carga caliente en tu boca.

—Mi amor —te llamó, lo miraste y él cometió el error de mirarte directamente a los ojos, viendo la expresión coqueta que se pintaba en tu rostro—. ay mierda, me voy a correr, pará.

Sacas su miembro de tu caliente boca, dejando una línea de saliva que aún conecta tus labios con la cabeza, lo agarras por la base y lo miras seriamente. sabes que lo tienes alrededor de tu dedo, sólo necesitas que lo admita.

—¿Enserio querés que pare?

Enzo se mordió el labio ante tus palabras. la cámara está apagada para que no puedan ver nada mientras lo masturbas y lo chupas. puede escuchar el resto de la entrevista. y dios, enzo ama tu boca, tus manos, tu lengua y tus ojos cuando lo ves desmoronarse.

Ahora sacude la cabeza antes de hablar.

—No, no, no, seguí. quiero correrme en tu boca.Por favor, por favor, por favor, seguí chupándola.


—Pensé que querías que parara —bromeaste, él se quejó y trató de empujar tu cabeza suavemente hacia su miembro nuevamente. queriendo que tus labios entren en contacto con él nuevamente.

—No me hagas rogar, mi amor —suplicó, y tuviste piedad de él y te tragaste su miembro una vez más, él gimió mientras tu boca subía y bajaba sobre su grueso miembro.

Agarró un puñado de tu cabello cuando le hiciste una garganta profunda por última vez mientras levanta sus caderas, asegurándose de proteger tu cabeza contra la mesa bloqueándola con su mano.

—Mi amor. Me haces sentir tan bien, tragátelo, tragátelo todo —gime mientras siente como su orgasmo se apodera de él.

Haces lo que te dice y te aseguras de lamerlo para quitarle la última línea de semen que gotea por el costado de su miembro. te limpias la boca con el dorso de la mano, mirándolo con esos ojos que tanto le encantaban.

—Solo quería hacerte sentir bien —le susurraste, él puso los ojos en blanco, pero te sonrió mientras tomaba la computadora portátil en sus manos nuevamente, sin encender el micrófono ni la cámara hasta que habló—. Cuando esto termine, te devuelvo el favor.

ONE SHOTS de ENZO VOGRINCICDonde viven las historias. Descúbrelo ahora