Lo que empezó como una simple gripe y término con la mitad del planeta.
Ha dos años de casados, Enzo Vogrincic y Matías Recalt se ven envueltos en un problema que es más grande de lo que piensan.
juntos hacen grandes cosas mientras que el mundo se...
Matías le había contado sobre Evelyn, desde que la conoció hasta este momento. Todo lo que pasó allí y lo que tuvieron que afrontar.
Enzo se sentía mal por esa niña, sabía por lo que pasaba, perder seres queridos era difícil. Él lo entendía a la perfección, también había perdido gente, pero lo bueno era que había ganado gente también.
Ganó a Agustín, Blas, Simón, Valentino y la ganó a ella, había ganado a una niña pequeña. Que lo llamaba papá, no sabía porque pero le gustaba que lo llamase así.
Le encantaba cuando la niña se dirigía a su persona como papá, algo que seguramente nunca podría ser gracias a su edad, sin contar que nunca había planeado tener un hijo antes, solo lo imaginaba.
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"Un día más y está listo para caminar por su cuenta" escuchó a Valentino decirle a Matías, estaban todos afuera de la propiedad. Algo que Agustín había descubierto la noche pasada era que había caballos. Los podían usar como transporte cuando no hubieran infectados al rededor.
"Bien, gracias" dicho eso Matías volvió con su esposo, sentándose a su lado. Evelyn dormía en su pierna derecha, la que no estaba herida.
"Hola chiquito" lo saludó con un beso en la mejilla. Matías solo sonrió y apoyo su cabeza en su hombro.
"Mañana nos vamos a Ezeiza" le dijo el menor mientras que acariciaba su mano, Enzo por otra parte tenía sus manos ocupadas, una acariciando el cabello de Evelyn y la otra siendo tomada por su esposo.
"Nos espera un largo camino" beso su cabeza con amor y acomodó su mano, entrelazando sus dedos. Al fin pudo estar junto a su esposo, después de casí morir y ser salvado pudo verlo de nuevo, ver sus ojos, su sonrisa, su suave piel, su cabello. Lo amaba demasiado.
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Lo que se llama lluvia se quedaba corto al lado de como caía el agua del cielo, pareciera que el cielo se caería en cualquier momento.
Estaban todos en la gran sala de la casa, charlando de futuros lugares a los que explorar. Enzo tenía a Evelyn sentada en su regazo mientras jugaba con el peluche de conejo. Matías estaba a su lado con su cabeza en el hombro, acariciando su brazo.
