⭑Capitulo 13⭑

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Christopher.

Dos meses.

Dos jodidos meses muy pesados.

Tres niñas recién nacidas, una mujer que apenas puede moverse y que quiere estar de un lado a otro con sus hijas, entrometidos intentando entrar a mi casa y tratando de abrir la puerta con llave. No queríamos que nadie las viera de momento, así que se sigue creyendo que es un niño.

Cuando salimos del hospital, lo hicimos en una maldita ambulancia.

No permitimos que nadie entrara a la habitación, ni siquiera Alex, mucho menos los padres de Rachel. No queremos que nadie sepa que son tres .

Si. Jodidamente pesados, pero también jodidamente perfectos.

Mi mujer parece niña con mis hijas, no deja de hablarles bobo y ellas sueltan lo que parece una risa. Es más que obvio que disfruta moverse con más libertad, odiaba eso de tener que estar en reposo, no poder cargar a las tres, aunque la verdad es complicado, dijeron que no podía cargar más del peso de una, fue terca y cargaba a dos mientras yo cargaba a la que no cabía en sus brazos.

La cicatriz cerró muy bien, teniendo a Reece como su médico es obvio que iba a hacerlo, va cicatrizando de una excelente manera y al parecer, su piel pronto solo tendrá una línea blanca.

Se supone que hoy saldremos con ellas, no quiero que vean a mis hijas, pero es mejor que lo hagamos de una vez, que se acostumbren que son tres y que sepan que son intocables.

—Buenos días, mis hermosas princesas —les besa el estómago mientras comienza su labor de sacarles las prendas—, ¿Cómo amanecieron las bebés más bonitas del mundo?

—Dormidas, eso es seguro.

Sacude la cabeza.

—Seguro tienen sueño todavía, ¿No es así, mis amores?

No obtiene ningún ruido, así que empieza a hacer ese jodido ruidito que no sé si adoro o odio.

—Las tenemos que bañar.

—Suerte con eso.

Se me burla.

—Ay, mi amor, ¿Que tal si cargas a Harper y a Grace?, me llevaré a Rose.

Suspiro.

Debería meterme un tiro. Me está dejando a las más chillonas.

Me acerco para sujetar a Morgan y a Madisson mientras ella se lleva a Savannah.

—Te adelante y yo ya tengo la tina llena.

—Nena, ya deja de hacer competencias, quedamos en que una semana te tocaba hacerlo a ti y la otra a mi. No entiendo por qué...

—Es que ya no soy una inútil, mi amor. Puedo hacer todo sin preocuparme de que se infecte la incisión o se abra, ¿Sabes por qué?

Apoya a la niña en el cambiador dentro del baño, le quita el pañal y se adentra en la tina, cuidando no empujar la otra dentro de esa tina. Esa maldita cosa no se mueve, pero dice que siente que lo hace por qué no está fijada literalmente en el fondo de la tina.

—Por que ya cicatrizó —sonríe ampliamente. Joder.

Nos las arreglamos para estar cómodos cuando bañamos a nuestras hijas, la solución fue mandar a hacer una tina dentro de la tina, parece que flota en el agua de la otra, pero lo mantienen fijo en un solo lugar tres tubos de cerámica ubicados estratégicamente para que no se vean.

Ahí me di cuenta del por qué Rachel escogió está habitación y este baño. La maldita tina dio para hacer una tina dentro de la otra y que quedará un espacio conveniente para acomodarse.

Realidades Paralelas | MiniFic Chrischel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora