Realidades Paralelas | MiniFic Chrischel.

⭑Capitulo 9⭑

Rachel.

Duermo unas horas en el jet cuando vamos de regreso a Londres, dado que tengo mucho sueño y yo no tengo que hacer. Bueno, en cierto punto mi precioso marido me despierta para follar, pero de ahí a en fuera, duermo mucho.

—Llegamos, no seas floja y levántate.

Parpadeo, frunciendo el ceño.

—Estoy muy cansada, mi amor —le hago ojitos—. Cárgame.

—¿Que te crees que soy?

—Un marido precioso y perfecto que me va a cargar de aquí al auto y después, del auto a nuestra humilde morada.

Se me burla, pero si me levanta, claro, aunque no como quisiera, me echa sobre su hombro como si fuera un costal de papas.

—¡Oye! —suelta una risa—. Tu eres el que se la pasa diciendo que aplastó a tus hijos y los aplastas tu cuando me cargas así.

Me da una nalgada, haciéndome maldecirlo.

—Pobres de mis bebés —suspiro—, un papá más idiota no les pude encontrar.

—La calentura te gano, nena —se burla—, debería darte vergüenza.

—Es que si me da, pero me la aguanto —me estiró lo suficiente para darle una nalgada, me sale mal, por qué me la regresa.

Con más fuerza.

—Me dolió, idiota.

—Hace menos de cinco minutos dijiste que era precioso y perfecto, nena.

—Soy una persona que puede cambiar de opinión al segundo. Por ejemplo, cuando te conocí, dije: "Wow, es un hombre jodidamente sexi, seguro es una buena persona" y luego...

—Te folle como si no fueras la novia de mi mejor amigo —se me burla.

—Y luego abriste la boca —ruedo los ojos—, eres una persona muy grosera, que lo sepas. Cuando nazcan nuestro...

Me da un pellizco que estoy segura, no fue por molestar. Fue para callarme.

—¿Que...?

Me baja, poniéndome sobre mis pies.

—¿Que quieres, Alex?

—¿Cuando coño me iban a decir que estás embarazada? —sisea.

Mierda.

¿Cómo lo supo?

—¿Teníamos que?, ¿Quien fue el chismoso que te lo dijo?

Suspiro.

—Si, tenían que por qué estás en una maldita campaña, Christopher, y tengo el jodido derecho de saber que voy a ser abuelo —nos regaña. Yo ni estoy hablando—. Y nadie me lo dijo, escuché a Reece ayer decirte no sé que sobre un ultrasonido.

Ay no.

—Eres un maldito chismoso, ¿No sabes lo que es la privacidad o que?

—Estoy en mi casa, Christopher, puedo pasearme por el jardín si se me da la maldita gana.

Su mirada cae en mi, siento que me hago pequeñita.

—¿Tu tampoco me ibas a decir?

Abro la boca para responder, pero mi precioso marido se me adelanta.

—Pues no, ¿Que...?

—¡Christopher! —protesto—. Si te íbamos a decir, Alex, pero hasta salir del primer trimestre... Me ofende mucho que me lo preguntes así —señalo, cruzándome de brazos—, si hasta te estaba haciendo un bonito regalo para decírtelo.