Después de la agradable tarde con Rosie en donde pasaron suponiendo quien podría ser, Rosie apoyando siempre la idea de un admirador completamente enamorado, un romántico que lo único que desea es Alastor y por otra parte estaba Alastor que seguía firma en su idea de una posible alianza o cualquier opción que negase la de un admirador secreto: tal vez eran fans de su programa de radio, alguien se había equivocado con la dirección o simplemente se trataba de una broma. Alastor llegó a pensar que era imposible algo tan fantasioso el querer algo romántico con él, Alastor el demonio radio, cuyo nombre es conocido por haber hecho cosas inimaginables, cuya reputación es temida por mucho y quienes no quieren ni cruzar palabra por el temor de hacer un trato con él.
¿Realmente un demonio se atrevería a jugar así con él? No debía apreciar mucho su vida, pensó.
Era un nuevo día y Alastor no podría admitirlo con los demás, pero estaba emocionado por lo que podría llegar hoy, los presentes de los días anteriores habían sido de su completo agrado. ¿Si esto era una especie de broma de parte de alguien, no estaría bien disfrutarlo hasta que termine? Alastor pensó que podría llegar hoy. El resto del hotel comenzó a pensar quien podría estar detrás de tales detalles, ya se había vuelto un juego entre ellos y si se encontraban en una conversación con el demonio radio en los pasillos siempre soltaban la pregunta de "¿quién crees que sea?" Pero él estaba tan lejos de saber cómo ellos.
[...]
Era otro día más en el infierno, era 13 de febrero y Alastor disfrutaba una taza de café bien cargado mientras la brisa de la tarde refrescaba su rostro. Las fechas lo ponían de ánimos para ver el desastre que se pueden ocasionar, bueno a veces se divertía con Niffty viendo a las jóvenes parejas pasar cerca del hotel. Algunas veces se reían y pensaban de qué forma tan catastrófica terminaron. Aunque en los últimos días no había tenido ganas de eso, últimamente sé perdida en sus pensamientos mientras una duda pasaba en su cabeza y era ¿quién le está enviando regalos?
No eran muchas las personas que lograban conocerlo de tal manera que supiesen sus gustos y si lo sabían no serían capaces de conseguir tales cosas para el, la carne de venado había sido un regalo específico ya que no muchos sabían sobre el canibalismo y el gusto que tenía ... más bien era como un mito que no se había confirmado excepto por los cercanos como los residentes del hotel, además era algo fresco, debía ser alguien con dinero o con la capacidad de ir al mundo de los humanos para tal hazaña, aun así no tenía en mente a nadie que podría ser.
—ALASTOR SON PARA TI — el grito lo saco de sus pensamientos, el nombrado se asomó por el balcón y vio a Charlie que lo llamaba desde la puerta principal, a un lado de ella estaba Lucifer con un gran ramo de rosas en las manos.
No puede ser
El demonio se dejó caer en su asiento. No paso mucho para escuchar a lo lejos a Niffty gritar, supuso que estaba los de la recepción y ya habían visto lo mismo que él así que dejo su café y se movió a través de su sombra hasta la recepción del hotel.
—¡Mire, mire! — Niffty estaba emocionada viendo a Alastor aparecer de la nada, la pequeña saltaba y lo guiaba hasta donde estaba Lucifer que tenía un ramo de rosas en sus manos—el gran chico malo trajo un ramo de rosas.
Fue en ese momento que Alastor se dignó a mirar al recién llegado, su mirada recorrió a Lucifer que había permanecido quieto en su lugar, como si estuviese congelado. Sus extremidades parecían rígidas y eso lo hacía ver extraño y nada cómodo. No solo se dedicó a ver al rey del infierno, era inevitable no ver que en sus manos traía un gran ramo de rosas, al posar sus ojos en las hermosas flores el aliento Alastor se quedó retenido unos instantes en sus pulmones, no era posible, era acaso Lucifer ...
—HOLA ENCONTRÉ ESTO AFUERA EN LA PUERTA— Alastor retrocedió un poco por el tono alto de Lucifer en su voz. El demonio de rojo parpadeó varias veces tratando de comprender lo que decia su majestad. Lucifer se acercó a él y colocó las flores en sus manos, sus manos se rozaron en ese instante.
Esto significaba que él no estaba tras los regalos
Ese conocimiento hizo que Alastor se desanimara un poco
—Pensé que lo habías traído tú, papá — Charlie dijo entre dientes mientras su sonrisa estaba congelada en su rostro, se había puesto entre los dos, pero parecía que estaba a punto de hablarle serio a su padre que se seguía viendo nervioso.
—Es tan extraño — dijo el demonio radio revisando las flores, pensó que está vez habría nota o algo acompañando el presente, sin embargo, no había nada. Las orejas de Alastor se volvieron planas en su cabeza debido a la decepción.
—A pesar de no haber nota, son unas flores muy hermosas, si fuese esa persona, su color rojo me recordaría a ti— habló Lucifer, ahora menos nervioso de lo que había estado hacía unos momentos atrás, Se acercó a Alastor, sus manos tocaron las delicadas rosas y sonrió al demonio, este pensó que eran unas palabras muy lindas.
—No sé quién las habrá enviado, pero es un hermoso detalle —Alastor da una sonrisa sincera que Lucifer disfruta, él había causado esto en el demonio y quería seguir trayendo felicidad por mucho más tiempo.
Después de unos segundos, Alastor se despidió diciendo que debía ir a su habitación. Mientras subía las escaleras pensó en la posibilidad de que Lucifer fuese ese admirador, se encontró con que no le desagradaba la idea, pero Lucifer no estaba detrás de todo y ese regreso a la realidad hizo que el pecho de Alastor se apretase.
¿Por qué estaba pensando eso?
No era posible que el rey del infierno este tras de él
Pero si hubiese la oportunidad, no cree que le moleste la idea
[...]
—QUE PASÓ PAPÁ — Charlie y Lucifer se encontraban hablando solos en la cocina, prácticamente la chica había arrastrado a su padre al lugar porque necesitaba saber que carajos había hecho
—ME ATACARON LOS NERVIOS— fue lo único que logró decir y se sentó en una de las sillas, ese era el día, no había contratiempos ni más excusas para seguir manteniendo el secreto, pero apenas vio a Alastor frente a él, el temor se apoderó y pensó lo peor de la situación — pero ¿viste como veía las flores? realmente le gustaron, estaba tan nervioso, manzanita
—Si papá, le han gustado todos tus regalos y sé que ha querer saber quién es su admirador. Pensé que esta sería la gran oportunidad, hasta compre pastel para celebrar si hoy se hacían novios
—Tenías todo planeado, manzanita. No te preocupes, esa torta puede esperar hasta mañana. mañana será el día en que me confiese así mis nervios quieran derribarme, hoy lo vi feliz, realmente feliz y solo deseo causarle eso en el futuro — Charlie sonrió con lágrimas en los ojos mientras veía a su padre hablar muy seriamente.
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