Desayuno solo y en una habitación alejada al resto ya que la vista de su comida, un delicioso manjar si pudiera admitir, incomodaba a muchos por lo que optó comer en otro lugar. A medida que avanzaba en su comida comenzó a pensar el motivo de tales presentes. Husker habló de un admirador, pero él negó eso y lo seguiría negando si alguien más insistía con lo mismo.
El demonio de rojo llevó una mano a su barbilla y pensó que tal vez se trataba de una especie de alianza a futuro que le quisieran proponer, como la que propuso Vox y él negó rotundamente. Hacer grupo con los V's jamás sería algo factible para alguien como él, Alastor cómo demonio funcionaba bien estar solo y no necesitaba de nadie más en quien apoyarse para hacer trato con almas, era despiadado y metódico con su trabajo como soberano. Por otro lado, están los V's un grupo que resulta molesto e insoportable, no podría aguantar un solo día con Velvette gritando de arriba a abajo, a Valentino invitándole a participar en alguno de sus shows y mucho menos a Vox y sus programas de televisión o recibir algunas propuestas nada decentes de esos tres... sobre todo de Valentino y Vox.
¿Realmente hizo bien en no aceptar esa alianza con ellos, pero ahora quién está detrás de esta nueva alianza? Esta forma de enviar paquetes al hotel y perturbar la tranquilidad de los residentes con ideas equivocadas de su vida personal no iba a hacer que aceptase algún trato, ni siquiera lo pensaría ya que él trabaja solo sin compañero o pareja. Además, ¿por qué el responsable no es capaz de presentarse y hablar con el demonio?
El sobre pensar la situación hizo que se enojara un poco
—Tengo tanto poder que la persona que esté detrás de todo esto no podría imaginar, enviar obsequios de esta manera y no presentarse personalmente y discutirlo con él — mordió un trozo de carne y sentía que se derretía en su boca, estaba deliciosa, soltó un ruido de satisfacción.
[...]
Esa misma tarde el demonio radio se alistó para salir a una reunión con los demás soberanos que habían organizado para un recuento rápido de almas y para dar un reporte de lo que sucedía en sus respectivos territorios. Mientras iba de camino al edificio de la reunión, vio pasar a varias parejas frente a su presencia, muchos estaban tomados de las manos, peleando por alguna razón que no era de su incumbencia o simplemente estaban teniendo sexo en las calles de la ciudad, era molesto, pero todo terminaba porque a su paso las personas empezaban a huir, tener accidentes o de suicidaban. Eso no era molesto.
A unos metros más adelante se encontró con Zestial que también traía muerte a cada paso que daba y el caos era peor ahora que estaban los dos en la misma calle. Ambos se detuvieron para saludar y después entrar al edificio donde comenzaron a hablar. Al llegar al piso que les corresponde se escuchó la voz de una mujer que el demonio radio conocía bien.
—¡Alastor, Alastor! — Rosie lo llamó emocionada cuando lo logró divisar en el pasillo, ella caminaba con una sonrisa y abrazó a su amigo que no lo había visto desde hace mucho.
—¡Rosie! — la mujer caníbal agarró los brazos de Alastor y luego le abrazó, muy pocos eran los que podían tocar al demonio radio y esos eran oponentes fuertes, muy difícil encontrarlos hoy en día, y sus amigos y para ser específicos: Rosie. Conocía a la mujer desde hace años, compartían gustos y usualmente se reunían para tomar el té, ponerse al día con información que escuchaban de la ciudad y salían a cenas donde disfrutaban de la carne humana. En realidad, Rosie es alguien agradable para Alastor
—Me estaba empezando a preocupar, no sabía nada de ti desde hacía semanas
—Bueno, he estado ocupado con un proyecto personal, después de la reunión podemos hablar
—Claro — la mujer asintió con una sonrisa y se sentó a un lado de su amigo y prestaban atención a lo que los soberanos tenían que decir, esto era más una cuestión de informar cómo iban las cosas, los contratos que han realizado y asegurar que no haya un problema. La reunión transcurrió tranquila excepto por la molesta intervención de uno de los Vs que empezaba a quejarse sobre lo reglamentarios y rigurosos que solían ser los soberanos que llevaban más tiempo en el puesto.
Al final la reunión terminó a pesar de los contratiempos, Alastor y Rosie caminaron hasta el pueblo caníbal, entraron a una cafetería y pidieron té.
—Oh Alastor, qué error he cometido, tengo algo que darte. Sabes que, donde suelo atender a mis clientes se preparan los más exquisitos dulces para los caníbales: meñiques, ojos, lengua y parece que un cliente quería mandarte un regalo, iba a entregarlo el repartidor, pero decidí entregarlo personalmente— la mujer colocó una caja grande en la mesa y mostraba una mirada inquisitiva a su amigo
—¿Quieres saber quién lo envió? —la sonrisa de Rosie se hizo más grande mientras posaba su cabeza en una de sus manos—Bueno querida Rosie estoy en la misma posición que tú, no sé quién pudo enviar tal presente —el demonio de rojo tomó la caja y la abrió revelando unos deliciosos dedos y unos cuantos ojos—Sírvete querida.
Ambos empezaron a comer, llegó su respectivo té y café y siguieron con su conversación. El demonio de la radio tuvo que contarle a su amiga lo raro de tales obsequios que estaba recibiendo
—¡Alastor tienes un admirador! por lo que me cuentas, has recibido buenos regalos, oh que romántico suena todo, el amor y el deseo tan persistentes e imparables cuando sientes algo por alguien, yo lo he sentido y me ha llevado a comerme a mi esposo — La mujer dijo emocionada, Alastor pensó que podría ser Charlie en el cuerpo de su amiga.
—O alguien interesado en hacer una alianza, ¿recuerdas la vez que los V's querían que me uniera a ellos? regalos, ropa, juguetes sexuales, pases para un clubes y aparatos electrónicos molestos. Tal vez ahora no se han puesto tan intensos con los obsequios.
—Tu no quieres ver lo obvio, cariño.
-.-
Lucifer tenía una buena excusa esta vez
Él iba a entregar los dulces a Alastor en persona, jura que lo iba a hacer.
Pero razonó las cosas y concluyó que darle tal regalo enfrente de los demás soberanos...no podría ser buena idea. Alastor podría odiarlo si lo hacía pasar tal exposición ante los demás y peor aún, ante los V's. Conocía bien la rivalidad a la que se enfrentaba o mas bien la obsesión que ellos tenían con su cervatillo, el demonio radio se lo había confesado una vez que tomaban.
Esa noche hablaron de muchas cosas, se embriagaron de más y a pesar de tropezarse con las palabras, se sintieron bien con la presencia del otro, tanto que cosas personales salieron a relucir como su molestia por los V's y todo lo que hicieron para que Alastor se uniera a ellos y también las patéticas y publicas molestias que Vox lo hacía pasar cuando se encontraba con él en la calle por alguna cámara que captaba levemente su estática. Después de esa confesión, Lucifer se sintió molesto por como trataban a Alastor, él merecía ser tratado con respeto, ser temido y no ser invitado a orgías.
Lucifer suspiró pensando en Alastor, la próxima vez no fallaría y sería él mismo quien le entregue los regalos.
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