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Charlie encontró a los dos adultos en uno de los pasillos del hotel y a pesar de estar en uno de los pisos de abajo, cuando el hotel lo rodeó una especie de sombra y las ventanas mostraron figuras aterradoras supo que a su padre no le había ido bien. Subió lo más rápido que pudo las escaleras junto con Vaggie, pero cuando llegaron las sombras habían desaparecido, Lucifer y Alastor parecían confundidos de todo el uno del otro.

Como alguien que apoya el amor, pero también la seguridad de sus residentes de su amado hotel, Charlie arrastró a su padre y a Alastor hasta el comedor que era un lugar enorme y espacioso, sentó a Alastor en una de las sillas y luego llevó a su padre a la otra punta de la mesa donde lo sentó en la silla.

—Ahora, ustedes se sentarán aquí y hablarán de sus sentimientos — dijo la chica mientras los miraba a ambos —No habrá nadie más en el hotel, Angel y Husk salieron con Niffty y yo iré con Vaggie a una cita por lo que tendrán SUFICIENTE privacidad para comunicarse. No destruyan mi hotel, ¡nos vemos más tarde!

La rubia salió del comedor, ambos en silencio escucharon como la voz de Vaggie preguntaba si era buena idea dejarlos solos y Charlie como le decía que no se preocupe para después escuchar la puerta cerrarse.

Se habían ido y ahora estaban los dos solos. Era imposible huir de esta situación, no es que no quisiera hablar solo de que era complicado, ¿cómo debería empezar? Lucifer jugaba con sus manos bajo la mesa pensando en la nota que había escrito donde confesaba sus sentimientos, claro que no revelaba su nombre, pero sí que estaría en el hotel para invitarlo a una cita ... y ahora las cosas se habían complicado, prácticamente había declarado su amor a un Alastor muy molesto en uno de los pasillos del hotel.

Supo que estaba pensando demasiado en las cosas por lo que levantó la vista, Alastor seguía sentado frente a él, esperando que comenzara a hablar. Lucifer se levantó se su asiento y caminó hasta el demonio de rojo que no le quitaba la mirada.

—Alastor, quisiera que me hagas el honor de aceptar mi invitación de cenar esta noche — dice en tono serio, por dentro sigue nervioso y trata de no hacerlo notar —y pasar esta tarde preparando la cena conmigo

—¿Ese es el último regalo? —  se giró hacía Lucifer, no esperaba eso. Era algo que comentó en una de sus últimas transmisiones mientras disfrutaba el olor de las flores que llevó a su cabina de radio. El demonio posó su mentón en su mano y lo veía con los ojos entrecerrados. Alastor aún no olvida lo que recibió esa mañana por lo que duda de las palabras que tiene que decir el rey, sin embargo, hay algo en él que dice que está siendo sincero.

—Si, algo cocinado por ti quedaría delicioso, traje todo lo que necesitamos está en la cocina, sé que te gusta el jambalaya y pensé que sería perfecto para esta noche—la sorpresa se hizo notar en el demonio, eso seguro se lo había dicho Charlie, le resultó gracioso pensar en Lucifer pidiendo ayuda a su hija para todo esto. Alastor miraba al rey como si buscase mentiras detrás de sus palabras. Después de unos momentos se levantó y se dirigió a la puerta.

—Si se queda ahí parado seré yo el que termine haciendo toda la cena

—¡Claro! —Lucifer entendió y lo siguió a la cocina, se quitó el saco apenas entró pues no quería arruinarlo ya que lo usaría esa noche, Alastor no pudo evitar mirar de reojo cuando el rey se remangó la camisa y eso tuvo un efecto raro en él, pero decidió concentrarse en otras cosas. Alastor se quitó el chaleco, dejó su micrófono a un lado y busco el delantal que usaba al cocinar. Era gracioso pues tenía las palabras de "kiss the cook".

admirador secreto ; appleradioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora