5. Eh?

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Es 13 de febrero, San Valentín se acerca y las grandes pantallas de infierno ya habían empezado a promocionar productos para el consumo de los espectadores: cenas en clubs privados, vibradores en descuento, sitios bdsm a los que asistir entre otras cosas que los pecadores caían hipnotizados al ver las pantallas de televisión, sin poner resistencia alguna sacaban sus billeteras e iban por los productos agotándolos en un instante.

Por esta razón Vox disfrutaba los días festivos, las ganancias que subían más que en otras épocas del año y los productos que salían en sus comerciales eran los más genéricos y básicos que podría crear y con lo que caería algún diablillo o algún pecador que se deje llevar rápido por las cosas brillantes. Vox estaría por completo extasiado por las ventas si no fuese por el trabajo que su rival que los estaba jodiendo. Las transmisiones del demonio radio se habían incrementado en los últimos días y su influencia llegaba hasta el rincón más olvidado del infierno.

—Una cena a la luz de las velas y un dulce como dedos en un buen empaque sería un detalle por demás romántico — se escuchó la voz del demonio radio cerca de donde se encontraba, Vox fue corriendo en busca de la fuente, la molesta voz lo llevó a la habitación donde Velvet trabajaba con sus modelos.

—Yo prefiero los chocolates con alcohol, no soy alguien del barrio caníbal— dijo Valentino sentado en el sofá leyendo una revista y una radio junto a él transmitiendo el programa de su enemigo, Alastor.

—¡¿Pero que carajos?! —Vox pateó el objeto mandándolo a volar al suelo—¿por qué algo así cuando puede comprar una cena en un club privado? todo lo que dice es algo que se espera de un anciano sin dinero — Vox estaba furioso

—No lo sé, últimamente esa zorra está hablando cosas sin sentido, regalos, citas en casa. Velvet y yo pensamos que está teniendo una aventura— al escuchar eso, Vox rasguño una de las paredes con sus garras.

—Quien quisiera a un anciano sin gusto por los regalos?

—Deberías enseñarle como son los tiempos ahora — Valentino miro la radio en el suelo. Vox pareció meditarlo un poco por su silencio y luego lo mira como si se le hubiese ocurrido la mejor idea de todas—Ahora que harás?

—Mostrarle que sus pobres obsequios no sirven de nada

[...]

Era temprano, demasiado temprano para que alguien en la ciudad empezará con los problemas. Vox se movió a través de la ciudad por la energía de los cables, le resultó fácil en un inicio, la mayor parte de la ciudad estaba con cables y logró ir más lejos de lo que esperaba, pero llegó hasta las puertas del hotel Hazbin en donde no había cables por donde pasar. Esto resultó ser un problema. Se materializó y caminó unas cuantas calles hasta llegar a las grandes puertas de la propiedad que permanecen abiertas. Vox entró al lugar y caminó la extensa loma para llegar a las puertas del hotel donde saco el presente que tenía guardado en uno de sus bolsillos, se río mientras lo veía e imaginaba la cara que Alastor pondría al recibirlo.

Antes de irse del lugar, no pudo evitar desviar su mirada a un sobre que tenía el nombre de Alastor en ella. Sonríe y abre la carta por curiosidad, que cosas recibiría la molestia de Alastor en estos días. La pantalla de Vox casi deja de funcionar cuando se topó con una carta romántica en donde algún imbécil le declaraba su amor al demonio radio. Vox no podía creen con lo que ha encontrado, aparte de la carta había otras cosas más dentro de esta. Al parecer lo que sus compañeros pensaron no está lejos de la realidad. Vox sonríe tomando en sus manos la carta y el resto del sobre lo tira a la calle cuando este se encuentra lejos del Hotel Hazbin

[...]

—Oh Al, te llegó un paquete —El nombrado se dirigió a Charlie con una ceja levantada mientras veía un pequeño cartón en sus manos, era algo distinto a lo recibido a los días anteriores, abrió el paquete y se quedó viéndolo por unos segundos ...

admirador secreto ; appleradioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora