Capítulo 27 | Reencuentro. |✓✓

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Lower East side, Manhattan, 1928.

Después de unas horas que parecieron una eternidad, Mordecai y Moxie llegaron a Nueva York. Estaban buscando Rose y Esther.

Mordecai se sentía incómodo e inseguro. No había visto a sus hermanas en casi 10 años. Todavía recuerda todo sobre su pasado, su padre Issac cuando murió de un derrame cerebral, y tuvo que volverse sobreprotector con su familia y cuando se mudaron al lado este de Manhattan en pésimas condiciones de vida.

Cuando trabajaba como contable y corredor de apuestas para estafadores, usureros y operadores de juegos de azar, y tenía 13 años. Y a los 17 años extorsionó a ese menor y luego tuvo que matarlo para reponer su rol y poder malversar dinero de rangos superiores. Cuando fue descubierto y tuvo que abandonar a su familia y escapar de Nueva York en un tren hacia Detroit, afortunadamente logró dejar todo el dinero a su familia. Justo en ese tren conoció a Atlas May y luego fue con él a St. Louis, Atlas lo ayudó a liberarse de sus problemas anteriores y decidió unirse a Lackadaisy como francotirador, aunque tras la muerte de Atlas en 1926 se fue y Asa Sweet lo contrató a principios de 1927 para ser el detonante de Marigold.

Heller se perdió por un momento, gruñó de frustración y frunció el ceño. Después de tanto tiempo vería a sus hermanas y aunque lo ocultaría, temía que Esther y Rose lo odiaran por su trabajo y lo que hizo en el pasado.

Estaba dispuesto a decirle la verdad a Rose, aparte de gracias a Moxie por haber hablado con ella en un sueño y decirle toda la verdad, ahora se veía obligado. Por otra parte, Esther estaría enfadada con él.

Mordecai continuó caminando por las calles de Nueva York rumbo al lado este de Manhattan, solo esperaba que su 'hogar' ya no estuviera en pésimas condiciones de vida. Sinceramente, no echaba de menos las ratas, las cucarachas y los ratones.

"Mmm." Su pelaje se erizó al recordar eso y su nariz se arrugó. Se ajustó sus quevedos redondeados. "Estamos cerca." Dijo en tono severo y monótono, la miró de reojo, su cola se meneó.

La hembra felina gritó entusiasmada.

Suspirando, frunció aún más el ceño y giró brevemente la cabeza hacia un lado. Murmuró suavemente. "Este va a ser un día largo y frustrante. Espero que mis hermanas no me odien por mi trabajo." Mordecai volvió a girar la cabeza hacia adelante, su expresión se suavizó brevemente antes de volver a su habitual tono severo y taciturno.

"Amor, no puedo esperar a conocer a tus hermanas."

Las cejas de Mordecai se estrecharon, su expresión se volvió más oscura y sus labios se apretaron. Él refunfuñó en voz baja, con la cabeza inclinada hacia un lado mientras pensaba. Permaneció en silencio, respirando profundamente. Sólo le tomó unos segundos endurecerse su expresión y su cola dejó de moverse.

"Por favor, no quiero que me llames enfrente de  mis hermanas amor, estoy preocupado de que ya lo sepan. Mi trabajo y lo que he hecho es...
incómodo, para decir lo menos." Habló lentamente, su ceño se hizo más profundo.

"¿No quieres que ellas sepan que ya tienes novia?"

"¡Pfff! Es una forma de decirlo..." Mordecai puso los ojos en blanco. "Ellas no van a aprobar que su hermano sea un sicario y... no se les va a hacer que mi trabajo sea tan... sucio." Él la miró con la frente arrugada y los labios apretados.

"Relájate, estoy segura de que todo saldrá bien. Solo cuida tus comentarios sarcásticos." Le aconsejó.

Gruñó suavemente y agitó la cola. "Mi sentido del humor sarcástico no es algo que pueda eliminar a voluntad." Murmuró Mordecai y volvió a apartar la mirada. "Y... si mis hermanas me odian, ¿podrías seguir viéndome de la misma manera?" Él la miró con la ceja arqueada hacia arriba.

Obsesión a primera vista.  (Oc Fem × Mordecai Heller).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora