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-hincate -dijo Tom mientras tomaba mi cabeza y la dirigía a su erección con una cara de lujuria

-no...por favor no

-hazlo ahora maldita-dijo Bill disfrutando de mi llanto

-acaso abusaras de mi, me vas a violar-dije llorando esperando a que se arrepintieran a qué me dejarán pero eso solo fue un deseo mío y nada de eso paso,sin en cambio Tom tomo mi cabello con brusquedad y me obligó a lamer su longitud,cosa que no quería hacer,no sabía cómo salir de ello así que lo único que pensé en ese momento fue morder,mordí su pene,cuando el sintió esa mordida jalo mi cabello haciendo que callera hacia atrás.

-que te pasa imbécil-grito Tom,en ese momento Bill se levantó de mi cama el lugar en donde estaba sentado para darme una fuerte bofetada,y comenzar a golpearme de tal manera que comencé a sangrar de la nariz y a llorar de manera desconsolada eso solo hizo enfadar aun más a Bill,casi arrancando mi ropa y me lanzó hacia el piso como si fuera una puta,una puta de esas que encuentras en las esquinas,a las que humillan sin más.
El comenzó a violarme de tal manera que yo gritaba pero en puso su mano en mi boca para poder cerrar mi boca,solo quería desaparecer,morir.

-pobre favor Bill suéltame,me duele,por favor-yo estaba llorando,sin poder controlar mis lágrimas,Bill solo rio

-tu te lo buscaste ahora eres nuestra dijo Bill sonrriendo con una maldad inexplicable,se veía en su rostro,rostro que una vez me sonrrio, rostro de una persona que un día se preocupo por mi,que discutía con mi madre para defenderme a mi de todo y todos,rostro que me vio crecer,el ya no era el,el ya no era mi hermano,mi hermano que prefería ante todos,por qué para mí era perfecto era mi hermano perfecto,el que yo soñé algún día en pasar tiempo juntos aunque yo sabía que no éramos hermanos de sangre yo lo consideraba mi verdadero hermano,al igual que a Tom.
Pero eso ya no más, después de que Bill se canso de tanto abusar sexualmente de mi le hablo a Tom

-ey Tom está toda lista para ti-dijo bill sonrriendo

-pero esa perra me mordio-grito Tom

-tal vez ese coño te cure-dijo Bill con una voz bromista

Tu ya eres nuestra Donde viven las historias. Descúbrelo ahora