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-tienes razón-dijo Tom,se escuchaban sus paso acercándose hacia la habitación,solo solo no podía dejar de llorar

-vamos hermanita ya cálmate esto no es tán malo,creo que es divertido a caso no lo disfrutas -dijo Tom riendo a carcajadas mientras volteaba a mirar a Bill el cual igual reía

-pobre favor Tom,te lo suplico déjame-dije llorando con la voz entre cortada, mientras le suplicaba a un ser sin sentimientos, a un ser que no tenía límites ni piedad por la niña que vio crecer por la niña que una vez lo quiso a él y a Bill,la niña que los quiso más que a su propia vida a esa niña que ahora le estaban destruyendo por completo la vida.

-no pequeña eso no es posible,tu ya eres nuestra,nuestra entiendes-dijo golpeando mi cabeza con su dedo índice,a él no le importo nada y solo me violo mi hermano,el que alguien día quise el maldito que ya no era mi hermano,el hijo de puta que me violo mis malditos violadores fueron algún día las personas que más quise,ya no más ya no los quería,solo los detestaba son una basura.

Tom termino de satisfacerse abusando de mi y solo me empujo y se fue el y su gemelo Bill,antes de cerrar la puerta me dijeron

-si dices algo de esto te tocará peor y te aseguro que nadie te va a creer-dijo Tom con una voz amenazante y con una sonrisa

-y también encárgate de esta mierda-dijo Bill señalando a dirección del orificio que hicieron para poder entrar a mi habitación,serraron la puerta y se fueron a carcajadas como si mi maldito sufrimiento lo hiciera reír.


Tu ya eres nuestra Donde viven las historias. Descúbrelo ahora