*Narra Eliot
La había cagado, había herido a Bianca, lleva 3 días encerrada en nuestra habitación desde el incidente con mi ex novia, ella me beso y Bianca nos había visto,Después de acorarcala en el sofa tenerla tan cerca tanto que podría ser la mía tanta veces. Pero la ofrecida de mi ex tenía que aparecer para arruinarlo todo. Las noches eran mis peores torturas en mi mente solo aparecía el recuerdo dónde la besaba, al decir verdad nunca me había sentido mal por una chica, solo las utilizaba por necesidad y nada más, pero Bianca era diferente ella me enseñó lo que era querer en ella reflejaba la inocencia de una forma tan hermosa,Fui interrumpido por los toques detrás de la puerta.
—Pase —. Ordene permaneciendo en mi asiento del escritorio en seguida la puerta se abrió y la silueta de unas de las sirvienta apareció detrás de ella.
—Señor, disculpe por la interrupción —. Dijo viendo al suelo les había dejado claro que no podrían verme alos ojos mientras hablaban me parecía muy irrespetuoso.
—Ve al punto —.Ordene
—A la señorita Bianca le acaba de llegar la regla, señor —. Confeso angustiada.
Mi corazón dió un vuelco, Bianca está en pleno desarrollo y lo había olvidado, le había comprado todo menos lo relacionado con eso. Impaciente tome mi tarjeta de crédito para entregársela a la criada.
—Encargate de comprarle todo lo que necesita Bianca —.Dije nervioso viendo cómo esta asentía saliendo del despacho, impaciente me pase ambas manos en mi rostro, me retiré el saco de lana que llevaba puesto quedándome con solo la camisa blanca, nervioso decidí en ver
a Bianca ella me necesita y no podrá disimularlo. Indeciso salí de mi despacho subiendo las escaleras con dirrección a la recamara donde se encontraba Bianca, deteniendo me delante de esta.—Pase —Escuche la hermosa voz de mi pequeña detrás de la puerta, gire la Manilla entrando a la habitación escaneando cada esquina de esta hasta dar con Bianca quien estaba tumbada sobre la cama envuelta en varias sábanas.
—¿Pequeña.. ?
—Qué quieres.—.Dijo cortante dando se cuenta de quien se trataba,se levanto y arescosto del espaldad de la cama, su cristalinos ojos lucían apagados.parecia que había pasado la mañana llorando,su cabello estaba envuelto en una coleta dejando ver con claridad su escote cuál reflejaba el pequeño lazo negro de sus braguita, su rostro estaba pálido, su piel relucía con el pijama negro que llevaba, Dejando de acosarla con la mirada,di ambos pasos hasta llegar al final de la cama sentado me en esta.
—¿Cómo te sientes? —pregunte viendola a los ojos. Estaba molesta y eso se notaba bastante.
—Pequeña.. se que estás molesta —.dije agarrándole su pequeña mano, está la aparto bruscamente.
—No te quiero cerca —.ordeno con vos quebrada.
—Eso es imposible.. Bianca,no quería lastimarte —.me acerque un poco más a ella.
—Solo me querías utilizar..¿No? —.aseguro cruzando ambas piernas entre las sábanas.
—¿Utilizarte? —.Sonrei descaradamente—mi ex novia no te llega ni a los talones —.confese viendo como está rodaba los ojos.
—Entoces.. ¿Por qué la besaste?
Me acerque prevenidamente a ella observando la reacción de su cuerpo, me extraño y su cuerpo decía más que eso.
—Ella me beso, no Yo princesa —.susurre perdiendo en el fresco aroma a fresas que se esparcia de ella, permacio recta, su respiración era agitada mientras que su pecho subía y bajaba mordió la comisura de sus lados tratando de disimular lo nerviosa que la había puesto.—Que hermosa estás —.confese tomando su mento obligándola a verme.—Eliot, me siento mal te puedes ir —.Me ordenó retirando mi manos de su mento viendo cómo está realizaba una mueca de dolor puse unas de mis manos en su pequeño estómago —.¿Te duele acá? —. pregunté, —ella asintió— estaba avergonzada me pareció tierno de su parte, Acerque mis labios a su barriguita dándole varios besos en aquella sona. —Eliot basta.— expreso media sonriente, —Solo si me dices te amo —.dijes con alegría al ver que ella sonreía, continúe dandole besos pero está vez un poco más rápido, ella se retorcía, mi acto le hacía cosquillas —esta bien.. te amo —.susurro como si dijera algo ilegal.
Escuchar lo dicho despertó un sentimiento indescriptible en mi, lo había dicho, había dicho que me amaba, pare de darle besos en el estómago, pasando mi pulgar sobre su rostro, de cerca pude ver pequeñas pescas de bajo de sus pestañas, ella me observaba con determinación, sus pupilas estaban dilatadas, movió una de sus pequeñas manos con intención de torcar mi rostro pero se detuvo.
—¿Que pasa?
—Te puedo tocar.
—Claro, princesa —. Le asegure regalandole una media sonrisa. Sus manos tocaron mi rostro con lentitud hasta llegar a mi cabello, sus dedos eran bastantes suaves, observé con determinación como tocaba mi rostro, sentía como si me estaba tocando un ángel, sus manos pasaron de mi rostro a mi cabello envolviendo uno de sus dedos en ellos, Relajado tumbe mi cabeza sobre sus piernas envolviendo mis brazos en su pequeña cintura,habia extrañado su olor a fresas tambien verla como se sonrojaba por cualquier alago.
—Por que no quisiste verme. —Pregunte aferrando mi agarre en su cintura.
—Estaba confundida. — confiesa indecisa
—Me extrañaste?.
—un poco.
—Y como te sientes...Teniendo eso —. Exprese levantando mi cabeza de sus piernas para Observar la de repente las ganas de besarla pasaron por mi mente, pero tengo que controlarme.
—Me duele mucho el estómago —. Hizo una pequeña mueca.
—Que mal —.vi como hacía un punchero
—¿Quieres un chocolate? —.ella asintió.
—Voy a buscarlo —.apreto mi mano con fuerza. —¿quieres ir? —. Dudo unos segundos para terminar asintiendo.
La ayude a levantarse de la cama empezando a caminar, note sus pies descalzos, no era conveniente para ella, camine ambos pasos hacia el closet abriendo este tomo unas de las pantuflas que le había comprado este era rosa de algodón, tomando las y poniéndome de cuclillas delante de Bianca tome sus pequeños pies ayudándole a colocarcerlas.
—Gracias —. Me regaló una media sonrisa.
Cada vez que la veo sonreír, su sonrisa se vuelve más hermosa,«es tán coqueta».
Tome su mano saliendo de la recamara, bajamos las escaleras después de que Bianca hiciera un espectáculo para no cargarla, ya en la cocina busque en el refrigerador varios tipos de chocolate.
—¿Cuál prefieres? —. Escogió dos chocolates,enseguida fruncí el ceño—.Que pasa.
—solo uno.
—Y si quiero los dos —. insiste
—Tendras que ganartelo.
—Ganarlo, como?.
—Pues, un beso no estaría mal —.Le coqueteo viendo como está sonreía ampliamente —.no es justo, me quedaré con este —.decidio tendiendo uno de los chocolates. — No es tan difícil —. Le guiñe el ojo.
Rendida poso su cuerpo sobre la isla dándome la espalda, escaneo su cuerpo detalladamente, el piyama se le posaba bien a su cuerpo ofreciendo una ardiente vista de su culo. Me acerque a ella tomándola de su Cintura ella se sobresalto sintiendo como mi cuerpo se pegaba a ella.
—Estas jugando con fuego, y estoy
seguro que te quemaras pronto —.Susurre apoyando mi cabeza a su hombro. Al sentir mi intimidad crecer le di la vuelta bruscamente sentando la sobre la isla.Recorrí sus piernas hasta llegar a su intimidad, la observé estaba excitada, la tome de la cintura pegando su intimidad a mi cadera recorrí su abdomen con mis manos hasta llegar a sus pequeños pezones. Las ganas de hacerla mía en ese instante pasaron por mi mente igual que el sentimiento de culpa, estaba más que claro que Bianca nunca había tenido sexo, si dejara que la hiciera mujer seria muy peligroso apenas cumplió 16.
—Disculpe señor, el señor Rufinos a llegado.
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Obsesse [Borrador]
Dla nastolatków-Por que no eres tan brava cuando estoy tan cerca de ti.- Dijo aumentando su agarre en mi cintura.