Recuerdo aquel día como una de las navidades mas extrañas que había tenido nunca.
Me fui pronto de la academia, me esperaban muchas horas desde Terrassa hasta Sevilla, ni siquiera me dió tiempo a despedirme de mis compañeros.
Tampoco hablé con el. Dormimos juntos, sin dirigirnos la palabra, aunque tampoco había demasiado que decir.
Llegué a casa sobre la hora de comer, donde me recibieron mis padres, mi hermano, mis abuelos, primos y tíos, estaba muy feliz de poder estar con ellos después de tanto tiempo y contarles tantas cosas, pero no podía dejar de pensar en lo que pasó el día anterior.
-¡Pero si tenemos aquí a la superestrella! -Dijo mi abuela acercándose a mi, dándome un beso en la mejilla.
-Que ganas tenía de verte Yaya, no sabes cuantas.
Saludé a toda mi familia, y tras un rato de estar hablando con ellos, subí a deshacer la maleta, cuando vino mi prima detrás de mi.
-¿Y tu y el cordobés? -Me preguntó lanzada, sentándose en mi cama mientras yo abría la maleta.
-¿Cómo?
-No te hagas la tonta Luna, tu y Alex, ahí hay algo.
-Bueno, quizás me lié anoche con el. -Dije vergonzosa.
-Como lo sabía, ¿pero no tiene novia?
-Podría decirse que si. -Dije tratando de buscar algún tipo de excusa.
-¿Y eso no te hace replantearte cosas? -Me dijo, como si quisiera hacer que cambiara de opinión.
-No. -Murmuré.
-Si le hace eso a su novia, porqué no te lo haría a ti cuando seas su novia.
-A ver Yaiza, para el carro. Alex y yo no somos novios ni lo vamos a ser.
-Eso dices ahora, ya veremos que dices en un mes, cono mucho. -Dijo poniendo una sonrisa pícara, mientras yo me quedé pensativa, mirando al suelo. -Oye, no te lo tomes a mal, yo solo quiero lo mejor para ti, Alex me parece muy buen chaval, si tu le quieres, yo lo respeto, pero aún así, ándate con ojo, ¿vale? -Rodé los ojos y terminé asintiendo.
-Te quiero tía. -Dije abrazándola hasta que mi madre nos llamó para bajar a comer.
(...)
-Todos tus compañeros parecen super majos, ¡pero tenéis que limpiar más, que tenéis todo hecho un asco siempre! -Mi madre empezó a echarme la bronca, como siempre. Yo intentaba ser lo más ordenada posible pero había momentos en los que era inevitable no serlo.
-Lo intentaré mamá.
-Ahí te veo, y nos tienes que presentar a Alex, que se le ve muy buen chico. -Tras decir eso, mientras yo bebía agua, me atraganté al escuchar sus palabras.
-¿Estás bien? -Me preguntó mi prima, con una sonrisa pervertida, y yo en ese instante estaba segura de que me había puesto roja.
-Si. -Murmuré nerviosa.
-¡A Luna le gusta Alex! -Empezó a canturrear mi hermano dando golpes en la mesa, a lo que yo le di un codazo.
-Callate. -Dije avergonzada.
-Dejarla, que suficiente tiene ya como para estar con estas tonterias. -Intentó defenderme mi abuelo, aunque no sirviera de mucho.
-Yo me subo a la cama, que estoy bastante cansada del viaje. -Me excusé.
(...)
Cuando me desperté de la siesta, me quedé mirando las fotos en el móvil durante un rato, para desconectar.
Se me hacía tan raro no estar allí, con ellos, era muy extraño, me quite los cascos en los que escuchaba a Taylor Swift cuando escuche que llamaban a la puerta.
-Pasa. -Dije yo, y mi prima se sentó junto a mí.
-Alex quiere hablar contigo. -Me dijo ella, sacando una media sonrisa.
-¿Qué? ¿Cómo?
-Tú solo llámale, os dejo a solas. -Dijo dándome su móvil y guiñándome el ojo para posteriormente irse de la habitación, desde el Instagram de mi prima le llamé.
-Hola... -Dije algo tímida, cuando ambas cámaras se conectaron.
-¿Qué tal estás? -Me dijo sonriente, estaba muy nerviosa, y no entendía porqué, quizá lo que pasó el día anterior hubiera afectado a nuestra relación. Pero le dije que le quería, ya no hay vuelta atrás.
-Bien, ¿y tu?
-Muy bien, te echo de menos. -Me confesó.
-Yo también. -Dije algo seca, mirándome las uñas en el instante.
-Oye respecto a lo de ayer, creo que...
-Creo que es mejor que lo hablemos en persona.
-Te entiendo.
-Me tengo que ir, mi abuela me está llamando para que la ayude con la cena. -Me excusé, estaba muy incómoda, no quería seguir ahí.
-Te quiero. -Me limité a sonreír y colgué rápidamente.
¿Que estaba haciendo? Lo único que sabía es que la estaba cagando, de cualquier forma. Mi cerebro no era capaz de decidirse.
Holaa, este capítulo es bastante cortito, pero entre unas cosas y otras, no he tenido ni tiempo ni inspiración para seguir escribiendo.
Me hacía mucha ilusión contaros que el domingo por fin pude abrazar a Denna y Alex, llevaba esperando mucho tiempo a ese momento y estoy muy feliz de que se haya hecho realidad.
Intentaré empezar a escribir mas a menudo otra vez, espero que os haya gustado el capítulo y que opinéis que os parece.
-liv
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