Inefable: El renacimiento de una heroína

Capítulo 1: De cómo comenzó todo

El deseo de Gabriel Agreste había provocado más que solo la muerte del hombre. Había provocado una colisión, un choque entre ambos universos que había acabado por unirlos. Al principio nadie comprendía lo que estaba ocurriendo cuando nuevas ciudades aparecieron a lo largo de todo el mundo, pero de alguna manera como si fuera magia todos lo habían aceptado como si siempre hubieran pertenecido allí. Como si en realidad nada hubiera sucedido y nada hubiera cambiado.

Cuando Marinette se dio cuenta ciudades como Gotham o Metrópolis estaban incluidas incluso en sus libros de texto de Geografía antiguos y que en la internet había información antigua sobre héroes y cosas históricas sobre las que ella nunca había oído, entonces se resignó a los cambios. No le gustaban, pero aceptarlo era lo único que podía hacer en esa situación. Después de todo, fue su culpa que Gabriel Agreste pudiera pedir aquel deseo. Fue su error el que causó todos esos cambios.

Tikki había dicho que fue la magia de lo milagroso lo que ayudó a que la memoria de las personas fuera modificada y que fue el universo tratando de mantenerse en equilibrio lo que cambió gran parte de las cosas, llegando incluso al punto de borrar la existencia de algunos seres animales o humanos como si jamás hubiera nacido simplemente porque no podían existir dos seres con la misma alma en el universo.

Lo que significaba que todos olvidarían a quienes desaparecieron como si realmente nunca hubieran existido. Enterarse de eso fue un duro golpe para ella, especialmente cuando se dio cuenta de que no podía hacer nada para arreglarlo. Marinette, por desgracia, fue una de las dos personas que sabrían sobre eso. Ella y un hombre llamado John Constantine, al que nunca había conocido, pero del que sabía de su existencia gracias a la magia y los sueños.

Pero eso no fue lo peor.

Lo peor allí fue darse cuenta de que no importaba cuantas veces ella lanzara su Lucky Charm, su padre no volvería de la muerte. Ocurrió dos días después de la colisión de los universos. Tom Dupain había muerto, aparentemente, aplastado entre los escombros durante un ataque de un supervillano proveniente del otro universo.

Ladybug peleó duro contra esa villano esa vez, creyendo que era un Akuma. Pero cuando no lo fue y un hombre llamado Superman apareció en parís, la niña supo que las cosas ya no serían las mismas incluso si ella quería fingir que lo serían.

Ella comenzó a descubrir muchas cosas en ese momento. Cosas que ni siquiera quería tocar o en las que no quería pensar porque eso cambiaría su vida para siempre y ella no quería que las cosas siguieran cambiando. No más.

Entonces un día el trabajo creció, aumentó de forma gradual desde que los nuevos héroes aparecieron. Ladybug se vio de pronto comenzando a trabajar con la Liga de la Justicia, visitando el lugar para hablar sobre la situación de París (ella no entregó información fácilmente) y advirtiéndoles que no se inmiscuyeran en su trabajo. Fue difícil, pero después de varias discusiones y unas cuantas amenazas, ella lo logró. La liga de la justicia y ese hombre, Batman, no se involucrarían en París.

Eran demasiado peligrosos como para que el nuevo Hawk Moth los akumatizara. El mundo se acabaría si eso sucedía.

Y fue como comenzaron las cosas para Marinette; fue así como comenzó todo antes de su caída. Fue cómo cada Ladybug tuvo que comenzar antes de ser quien era. 

Así ocurrió la primera muerte de Marinette Dupain-Cheng y su posterior renacimiento como una persona, como un ser completamente nuevo.

Así fue como la mariquita descubrió su lugar en el mundo.