Sabine se movió en silencio. Sus brazos y piernas en una danza que reflejaba una perfecta armonía mientras su cuerpo se movía de un lado a otro, en una acostumbrada sesión de entrenamiento matutina que servía para despistar a aquellos que no conocían de donde provenían aquellos movimientos de su danza mortal.
Un suave tarareo escapando de sus labios mientras se deslizaba con la gracia y sutileza de una víbora al acecho. Una de sus manos sosteniendo una revista de moda, la favorita de Marinette.
"Buenos días, Alfred." Ella saludó al viejo mayordomo al pie de las escaleras.
"Señora Sabine." Él hombre la saludó, observando con ojos silenciosos sus movimientos. "Su danza me es conocida."
"Una tradición familiar." Sabine respondió con una sonrisa tranquila. "Seguramente, sin embargo, ha visto movimientos similares en el heredero más joven del señor Wayne. Su madre y yo solíamos compartir conocimiento."
Alfred asintió. "Ciertamente lo he hecho." Aseguró. "¿La joven señorita tiene una predilección por las tradiciones de su familia también?"
"Afortunadamente, ella no lo hace." Sabine dijo. "Marinette no posee el interés suficiente como para aprender la tradición familiar y, por mi parte, no existe un interés particularmente fuerte por enseñárselo."
"Ya veo. Comprendo." Alfred pareció satisfecho con aquella respuesta. "¿Podría seguirme a la mesa familiar para el desayuno, señora Sabine?"
"Será un placer." Sabine continuó con su danza. "¿Tiene algo para limpiar el piso mojado? De preferencia, algo absorbente, por favor."
"Lo traeré enseguida." Alfred dijo, sin cuestionarla.
Su pie moviéndose a la izquierda en un movimiento calculado y rítmico, deteniéndose solo para atrapar a Jason que iba pasando y haciéndolo un participe involuntario en medio de su danza y dejándolo parado junto a la puerta. "Marinette vendrá pronto, será adecuado para ambos que te quedes allí."
Jason parpadeó, todavía confundido. "¿Qué? ¿Para qué?"
Pero Sabine lo ignoró, dejando la revista abierta sobre la mesa (e ignorando la mirada de las personas sobre ella) y asegurándose de dejar un trapo, entregado por Alfred, en el suelo junto a una de las sillas, moviendo al mismo tiempo la mantequilla de su lugar para luego sentarse tranquilamente en una de las sillas.
"Buenos días." Ella dijo a todos, sirviéndose un poco de té.
"Buenos días." Bruce saludó, observándola. "¿Hay algún motivo por...?"
"Lo entenderás cuando Marinette aparezca."
"¡Buenos días a todos!" Adrien saludó entrando con una sonrisa alegre, sentándose en una silla. Sus ojos deteniéndose por unos segundos en la puerta para mirar a Jason que seguía parado allí, antes de encogerse de hombros y mirar con avidez el desayuno. Lo que sea que estuviera sucediendo, a él no le importaba tanto.
.
.
.
Marinette estaba despierta y vestida cuando Alfred tocó su puerta para avisarle sobre el desayuno. Ella no había dormido durante la noche, no pudo. Estaba demasiado ocupada preparando planes e ideando situaciones (que no era probable que sucedieran) para tener contingencias en caso de algún peligro.
Incluso si Adrien pensó que era un tontería y Plagg se burló de ella, Marinette ideó planes de contingencia para cada miembro de la liga de la justicia en caso de que fueran akumatizados, dividiendo todo en el tipo de akumatización y sus motivos. Una vez que tuvo eso listo (fueron cientos de futuros probables los que analizó), ella continuó con los murciélagos. Desde Batman (a quien le hizo dobles planes sobre sus planes porque era más peligroso que él resto) hasta el Robin más joven, Marinette se aseguró de que todos estuvieran completamente cubiertos.
ESTÁS LEYENDO
Inefable: El renacimiento de una heroína
FanfictionCuando el grito desesperado y aterrorizado de una Ladybug que dice: "¡Solo soy una niña!", después de una misión fallida se escucha, expandiéndose con un eco por el lugar, todos se estremecen y guardan silencio en una estado de shock. Un caos se for...