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Narrador omnisciente.

'La rubia'

La cordobesa se encontraba arreglándose para salir con uno de sus mejores amigos Facundo aquel cordobés que era un tanto chistoso miraba como la bailarina se preparaba mientras observaba su celular.

- Fua culiada' un eternida' tarda' vo' - se quejo el chico mirando como aquella se maquillaba.

- Bue, cualido' la hermosura no se trabaja sola eh' - se defendió la cordobesa tirándole una brocha.

- Epa, no' pusimo' violenta' - hablo chistoso agarrando la brocha que la anterior le había lanzado.

- Me paso rimel y vamo', ta? - aviso la influencer a lo que el cantante asintió.

- Voy al baño, alta' gana' me dió - mientras se sobaba la panza.

- Upa, pa' mi que no nos vamo' mas - lo cargo la rubia, mientras el morocho hacia motorcito con la mano.

- Anda' a tomar Fernet, pendeja culiada' - grito desde adentro del baño, a lo que La Acosta largo una risa.

En la oscuridad de Lit killah y María becerra sonaba en la bocina del cuarto de la chica, mientras ella se colocaba brillos debajo de sus ojos para así darle el toque final a su maquillaje.

Aquella canción era su favorita tan solo amaba la parte del cantante Porteño, cantaba el verso de aquel chico que ella no sabía que dentro de poco se volvería loca con tan solo mirarlo.

-Se pone triple X cuando usa mi XL - cantaba haciendo un bailecito en el espejo.

- Si quiere' tener luz prende el faro de la Mercede' - prosiguió con la canción, mirando la hora en su teléfono.

La rubia al ver la hora que era se apresuró a llamar a su amigo el cual todavía seguía en el baño.

Luego de dos llamados a la puerta pensó que facundo se había podrido ahí adentro, pero el chico antes de que termine de tocar la puerta la rubia salió con su celular en mano.

- Fa, amiga siento veinte kilo' meno' - hablo riendo - ¿Vamos yendo? - pregunto luego.

- Dio' ura' que asqueroso que sos, vamos dale - mientras guardaba sus cosas en la cartera que había elegido anteriormente.












Mauro Monzón

- ¡Vamos wachos! ¡Apúrense! - grito María al ver que llegaban tarde a la bresh un boliche muy conocido en Argentina.

- Banca emoción - hablo Tiago bajando las escaleras - ¿Quien maneja? - pregunto el morocho.

- Creo que el FMK - le respondió la chica de septum observando su celular.

- Eh, ¡wacho esa remera e' mía! - se escuchó el reclamo de Monzón - Nah, sacatela e' mía, me la quería poner - volvió a hablar.

- Fa, so' re mal amigo vo' - se quejo Thomas para luego bajar corriendo con la remera puesta y ponerse detrás de María.

- ¡Vení para acá cagón! - grito el de pelo rojo.

 L - I - T        //     𝑳𝒊𝒕 𝑲𝒊𝒍𝒍𝒂𝒉, 𝑻𝒖𝒍𝒊 𝑨𝒄𝒐𝒔𝒕𝒂  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora