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Fiorella Nadia Acosta


La luz de la luna alumbraba mi rostro mientras terminaba un paquete de moguls. Habia vuelto de la casa de los chicos, luego del momento de la moto, me fui.

Con mucho cuidado y mirando a mi costado saque mi celular para ver la hora. Si, eran las tres y cuarto de la madrugada y yo deambulaba por las calles de Buenos Aires.

Algunos me diran loca, pero estaba aburrida y con antojo de unas gomitas. Mire aquel paquete naranja con cerebritos, en el que solo quedaba uno.

El camino a mi departamento al veinticuatro horas era un poco largo pero, las gomitas son lo mejor. Mato y muero por ellas.

Veía todo a mi alrededor tratando de calmarme de que no me iba a suceder nada, pero millones de secuencias vinieron a mi cabeza. En todas, nada era bueno.

¿Por que mi mente me juega en contra? Necesito calmarme. Porque no me pedi un pedidosya.

Mientras discutía contra mis pensamientos empezé a escuchar unos pasos detras de mi. Mi corazón empezo a ir a mil por hora. Intentaba mirar de reojo para ver quien era, pero no lograba ver nada.

Era como si estuviera alucinando, tal vez...

Ay no, quiero irme a mi casita. Porque a mi.

-¡NO, NO, SALI!- unos gritos se escucharon de unas cuadras mas atrás de las que estaba. Era una chica por lo que escuche.

Quiero ir a mi casita, porque saliste ahora Nadia fiorella acosta!

-¡AYUDA! ¡POR... - de pronto aquella voz que gritaba de manera desgarradora en cuestión de segundos no la escuche mas.

El miedo no dejaba que mire hacia atrás. Queria poder ver que pasaba, mi mente me jugaba aún mas encontrá dandome mil y un escenarios donde no son nada lindos.

Dale fio date vuelta, no te cuesta nada podes ayudarla aunque sea ver que pasa. Me dije a misma intentando autoconvencerme.

De Pronto cuando me iba a dar vuelta se escucho un ruido rapido seguido de un grito. Habia sido como un ruido de granalla.

Si, habia escuchado un disparo. Sin pensarlo comencé a correr lo mas rápido, no me importaba nada yo quería llegar a mi casa.

Sonara un poco egoísta pero, en ese momento no me importó aquella chica. Temía de mi vida, queria salvarme.

A lo lejos empeze a escuchar una moto llendo muy rapido, cada vez que corría el ruido de aquella moto se escuchaba mas cerca.

Di una pequeña mirada rapida hacia atrás y aquel vehículo venia hacia mi. ¿Que hago?

Para ir a mi departamento tenia que seguir derecho, pero decidí doblar en una de las calles y correr sin mirar atrás.

Corri, corri, corri y corrí por aproximadamente unos treinta minutos hasta que mis piernas no resistieron y ya no se escuchaba aquel vehículo.

Mire a mis costados y no reconocía nada, cabe aclarar que me habia mudado hace poco y estaba conociendo la zona.

¿Donde mierda me meto? ¿Que mierda hago ahora? ¿Por donde voy? ¿Doblo? ¿Sigo todo derecho? ¿Me voy por la izquierda?

 L - I - T        //     𝑳𝒊𝒕 𝑲𝒊𝒍𝒍𝒂𝒉, 𝑻𝒖𝒍𝒊 𝑨𝒄𝒐𝒔𝒕𝒂  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora