UNA ESTRELLA EN APUROS. | ★•Jenlisa Gip•★

Capítulo 6 - selfish

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LISA'SPOV
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Dos semanas. Exactamente el tiempo que llevo junto a Kim, Josh y Somi. Hoy, Rosé me pasaría el duplicado de la cuenta para poder acceder. Estaba pensando en dejar la cafetería. Por fin, no tendría que soportar durante nueve horas a Kim. Literalmente, me quedaría en casa y haría cosas como dormir o jugar a la Play, ir al muelle o de fiesta.

Salgo de mis pensamientos cuando escucho a Kim entrar.

- Manoban, toma una escoba. -me dijo mientras aminaba.

- ¿Qué, por qué?

- Una rata se está hospedando aquí, así que tenemos que eliminarla.

- No lo haré. Estás loca si piensas que yo voy a matar a una rata. ¿Acaso tú no tienes miedo?

- Para nada. ¿Olvidas que duermo con una? - dice sarcasmo.  - De todas formas, no lo hare yo... lo harás tú.

- Pero Kim, no quiero hacerlo.

- Nadie te está preguntando si lo harías. Es una orden.

- Sabes que si la gente se entera, nos va a caer la de la ley, ¿verdad?

- Obvio que lo sé, por eso vas a eliminarla. -sale de la cocina golpeando mi hombro.

- Pero Kim, yo no puedo.

- Piri kim yi ni piido. -dijo imitándome. - Lo vas a tener que hacer.

- ¡Maldición!

[•••]

Jennie es complicada de tratar, pero mientras más la observo desde lejos, noto varios signos de que en realidad hay algo más en su mente que odio sin razón. Lo sé, porque cuando lo sabes lo sabes, como dice la patrona lana del rey.

E notado que todos los días tiene esa actitud. En serio, y eso que soy una de las personas más interrelacionales que existen, pero con Jennie no puedo. Es como si lo intentara, pero es simplemente insufrible. Lamentablemente, es guapa, la condenada. Ella me cae mal, más no estoy ciega.

- ¿Te han dicho que te pareces a...? -Somi interrumpe mis pensamientos cuando se sienta en la barra frente a mí, se me queda viendo unos minutos más de lo normal. No voy a negar que me asusta.

- ¿Taylor Swift? Hm, sí, a veces. -la interrumpo antes de que complete esa frase. -Pero me operé la nariz, así que podría parecerme a cualquiera.

- ¿De verdad?

- Claro.

- ¿Me podrías recomendar a tu cirujano? Es muy bueno, por lo visto, casi ni se nota. -dice intentando tocar mi nariz.

- Se lo preguntarás cuando termine de trabajar. -Jennie sale de la nada y toma mi brazo. -Suficiente conversación, llevo esperando desde hace mucho para que me ayudes, y tú conversando como si te pagaran por hacerlo. -me jala escaleras abajo, entrando al almacén.

El cambio en su tono y la "tranquilidad" con la que me quita de esa situación me dice que está intentando que Somi no averigüe mucho más en lugar de reclamar con seriedad. Jennie me mira sin quitar su mano de mi brazo. La miro como intentando decifrar qué pasa por su cabeza, literalmente eso es lo que trato. Bajo mi mirada por su cuerpo. He notado que Jennie siempre usa abrigos que son del doble de su tamaño, suéteres que le llegan a la mitad del muslo. Tal vez sea difícil encontrar su talla con lo bajita que es. Voltea inmediatamente y se coloca el delantal. Observo cómo se recoge el cabello y lleva unos lindos pendientes. Sonrío cuando la encuentro con las mejillas rojas por el frío.

Sin más, ella se retira, dejándome ahí. Luego de unos segundos, me coloco el delantal y salgo tras ella. Me detengo al encontrar a Somi aún ahí.

- ¿Por qué tienes esa sonrisa? -me pregunta. Recién caigo en cuenta de que estoy sonriendo involuntariamente.