Narra la historia de Lalisa Manoban, una exitosa estrella en la cima de su carrera, quien, agobiada por la fama y la falta de libertad, ideará un atrevido plan: simular su propia muerte. En un intento por escapar de la presión y recuperar su vida. ¿...
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♡♡♡♡♡♡♡♡♡ JENNIE'S POV ♡♡♡♡♡♡♡♡♡
Hace mucho tiempo que no le mostraba a nadie la parte débil que tenía, no es que confiara en Lisa, de hecho, lloré delante suyo porque estaba sensible y posiblemente el verla ahí haya tenido algo que ver. No entiendo mucho de psicología, pero seguramente tenía algo que ver.
Luego de aquello, volvimos a casa. De hecho, a medio camino nos agarró una llovizna, así que llegamos mojadas. Ni bien toqué el umbral de mi departamento, me metí a bañarme. Ahora ya me encontraba cambiada y con mucho frío. Miré por la ventana de mi habitación apreciando la lluvia, y me sorprende el hecho de que haya tormentas tan fuertes en estas fechas. De hecho, casi nunca se ve así.
Mi nariz empieza a picarme, así que supongo que ya pesqué un resfriado.
"Maldición," murmuro, sobándome la nariz.
Siento la mirada de alguien sobre mí, así que volteo y me encuentro con la presencia de Lisa, quien me mira sonriente, casi hasta parece amigable. La observo y también se ha cambiado, pues lleva un pantalón chándal, una camiseta gris y una toalla en su hombro. Mientras sostiene dos tazas, ella deja una de las tazas en la mesa cerca de la cama y a la otra la sostiene mientras camina hacia mi dirección para después dármela.
-¿Algo anda mal, verdad? -dice mirando hacia la ventana.
- ¿Conmigo, te refieres a mí?
- Bueno, puede ser, pero no lo digo por ti. Lo digo por el clima, hasta se podría decir que parece apocalíptico.
- No digas tonterías -suspiro.
- Entonces, cambiando de tema, ya que empezaron las vacaciones, ¿tienes planes?
- La palabra "vacaciones" no existe en mi diccionario -digo restando importancia a su cuestionario.
- ¿Por qué?
- No lo entenderías.
- Uy, perdón por no ser muy inteligente, pero anda, explícame.
Lisa está sentada en la esquina de la cama y palmea en señal de que me siente junto a ella, y realmente podría creerle que le interesa saber de mí.
Arrugo las cejas, espero a que se ría. No lo hace. Cuando te acostumbras a callarte, encontrar a alguien que aguarde en silencio escucharte es raro, hasta se podría decir que bastante imposible.
- Esta bien, pero esta conversación muere en esta habitación o, te corto la lengua y te lo meto por donde no vea la luz del sol. -amenazo.
- Que drástica, pero haber, acepto.
- Bueno, aparte que no tengo a dónde ir, tampoco tengo el dinero suficiente para darme el lujo de irme a algún lado y "disfrutar". De hecho, hace años que no lo hago.
