Capítulo doce

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Nils

El fin de semana fue desastroso, Iraia se pasó dos días vomitando, al igual que Luke, Emily y Surlana estaban castigadas así que no pude hacer mucho con ellas, Rose estaba con sus padres y aunque pasé la mayor parte del sábado con Thalina, estaba demasiado estresada con sus exámenes como para poder hacer algo entretenido. Tanner y Trissia estuvieron dos días enteros encerrados en una habitación así que la única compañía que tenía eran o Saúl o Nils.
Era Lunes y teníamos literatura, una de las pocas asignaturas en las que podía relajarme un poco. La mitad de mis amigos llegaban tarde, la otra mitad estaban enfermos y había un cinco por ciento que simplemente no eran amigos míos.
Nils entró por la puerta y me buscó con la mirada, sonrió y se sentó a mi lado.

—Hola.—

—Hola, ¿todo bien?—

—Teniendo en cuenta que tenemos clase con Lucille, sí.—

Yo reí ante el comentario y me hice a un lado para dejarle hueco. Thalina entró con el pelo recogido en un moño mal hecho y mil apuntes en la mano. Tenía examen a la hora siguiente, no sabía de qué, pero estaba segura de que no quería saberlo.

—¿Cómo lo llevas Thali?—

Ella me miró con los ojos rojos y llenos de ojeras.

—Creo que se me va a ir la cabeza, en cualquier momento salto por esa ventana.—

Si nunca habíais visto a un vampiro estresado, ahí teníais a una.
Justo en ese instante Lucille entró con su sonrisa de siempre y nos indicó que abriéramos el libro.

—¿No te resulta algo aburrida esta clase?–

Nils parecía luchar con todas sus fuerzas para no quedarse dormido. Él era más de asignaturas prácticas mientras que yo adoraba las teóricas.

—¿Aburrida? Es la mejor clase que tengo, además es la única clase en la que no coincido con Trissia.-

–Precisamente eso la hace aburrida, yo echo de menos la sensación de estar a punto de ser asesinado por una pelirroja desquiciada, no sé cómo tú no.—

Intenté no reírme pero fue imposible y Lucille nos echó una mirada reprochadora.

—Desde luego que lo echo de menos– ironicé – nada como sentir que te van a sacar los ojos desde primera hora.—

Lucille volvió a girarse hacia nosotros y traté de mantener la compostura el resto de la clase. No dio resultado y Lucille se molestó con ambos.
No era mi intención faltar al respeto, soy una buena estudiante, el problema era que con Nils al lado no había quien se concentrase. Me sentí mal cuando Lucille se molestó pero me sentí aún peor cuando vi la cara de Saúl y supe que se avecinaba una bronca.
Me separó del grupo un segundo para "tener una charla" y no parecía muy contento. Aunque me resultaba extraño que Lucille se hubiese quejado de algún alumno, especialmente de cualquiera de nosotros. No por tener enchufe, sino porque éramos con los que mejor se llevaba.

—¿Me cuentas qué era tan gracioso durante la clase de literatura?—

— ¿Lucille te lo ha contado?—

—No, he pillado a Thalina por los pasillos a punto de desquiciarse y cuando le he preguntado qué le pasaba me ha comentado que tenía un examen y que vuestras risas no la dejaban concentrarse.—

Genial, que a Thalina se le estuviese yendo la cabeza nos iba a pasar factura a los demás.

—Uy. Perdón, no era mi intención molestar a nadie.–

—¿Con quién te reías tanto? ¿Tanner?–

–Tanner ni siquiera ha aparecido por clase. Con Nils.—

Saint AmaranthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora