Arco 3: Sobre el papel de la villana(1)

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“¿Te lastimaste en alguna parte?”.

Preguntó Rezef.

“No, estoy bien”.

Rezef le quitó las zapatillas de cuero a Cayena y examinó su pie.

Sería desastroso si hubiera pisado vidrio, especialmente porque pronto tendría que bailar en medio del Gran Salón para la celebración de su mayoría de edad.

“Rezef, estoy bien. Cura tu herida, primero”.

“Estoy bien”.

“Bueno, no estoy bien con eso”.

Dicho esto, Cayena les dijo a los sirvientes que limpiaran rápidamente la habitación.

“Y tráeme algo para el corte que tiene en la mejilla”.

Los sirvientes esperaban temblar de miedo durante al menos los próximos dos días, pero ahora estaban perplejos. En especial, les resultó difícil creer que Cayena fuera quien había suavizado tanto la atmósfera.

“…Prepararemos un ungüento de inmediato, Su Alteza”.

Se fueron rápidamente, temerosos de que el estado de ánimo de Rezef cambiará nuevamente.

“Entonces, me despediré también”.

Dijo Zenon. Miró a Cayena con recelo antes de salir de la habitación.

Cayena había venido a buscar a Rezef a propósito hoy, sabiendo qué noticias recibiría de sus ex-partidarios. Esperó mucho tiempo mientras él descargaba su ira en su entorno antes de decirles a los sirvientes que anunciaran su presencia.

Había sido una sabia decisión, ya que le había dado a Rezef algo de tiempo para recuperar sus sentidos.

“No importa cuán enojado te vuelvas, no actúes tan precipitadamente. Tu cuerpo es precioso; tú eres el que heredará el Imperio algún día”.

Ante sus palabras, Rezef recordó lo que lo había irritado y chasqueó la lengua.

En cuanto a ella, Cayena había escuchado desde afuera qué fue exactamente lo que hizo que Rezef se disparara.

Y, en realidad, era algo que Cayena podía arreglar.

“Con mi ceremonia de mayoría de edad, vendrá mucha más gente a la capital”.

Cayena acarició suavemente la cabeza de Rezef. Un aroma tranquilo y suave tocó la punta de la nariz de Rezef.

Ahora que lo pienso, los perfumes en el palacio de la princesa habían cambiado. ¿Era este olor?

NOVELA: La villana es una marionetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora