Los habitantes del pueblo Monsreal están asustados; nadie quiere salir solo; los padres encierran a los niños cuando vuelven de la escuela; la policía no sabe qué hacer y el FBI se vio involucrado.
Hay un Serial Killer en el pueblo, que mata despiad...
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El conejo
Hay una multitud en el parque.
Todos están callados, esperando a que el sheriff de la ciudad hable.
Estoy junto a Elena y mi madre.
Es la mañana del martes. Muchas personas están reunidas aquí para ayudar en la búsqueda de la pequeña Sophie.
El sheriff toma un megáfono y habla hacia nosotros.
—Buen día, ciudadanos de Monsreal. Estamos reunidos aquí para empezar una búsqueda para encontrar a Sophie Evans. Todos saben cómo proceder, pero para el que no lo recuerde haremos lo siguiente.
Un policía se acerca al sheriff y le extiende tres pañuelos, uno blanco, otro rojo y uno verde.
Con la otra mano agarra de nuevo el megáfono y vuelve a hablar.
—Nos dividiremos en tres secciones; la número uno será dirigida por el oficial Sheen, la número dos la comandará la oficial Holland y la número tres por mí.
>>El bosque que rodea Monsreal es muy extenso, podríamos perdernos fácilmente si no nos organizamos bien. Clavar un pañuelo en los árboles nos guiará mejor para no meternos en los perímetros de otras secciones. Si alguien encuentra algo, lo que sea, debe avisarle al oficial en jefe de cada sección. Se les entregará linternas, clavos martillos y wokitokis para grupo. Los grupos serán conformados de cinco personas con un total de cinco grupos en cada sección.<<
Unos policías comenzaron a entregarles cosas a la gente, a mí me entregaron una linterna. Somos setenta y cinco personas, supongo que no hay para darle de todo a todos.
Luego de eso el sheriff da otras palabras de aliento y nos dividen.
Yo voy junto a Elena, un hombre y dos señoras, estamos en el mismo grupo. Mamá está en mi sección lo que en un grupo separado.
La verdad es que estamos a mitad del sendero, caminando en el bosque.
Las copas de los árboles se ven tan altas que dificultan a los rayos del Sol traspasarlas e iluminar por completo nuestro camino. Se escucha el trinar de las aves y su ajetreo en los nidos. Hay un poco de aire, pero no lo suficiente para molestar.
Estamos en otoño y las hojas naranjas y amarillas crujen bajo nuestros pies.
Caminamos en silencio hasta que llegamos a un cartel que decía Avenida 6 - 3km. Al leer el cartel me di cuenta de todo lo que hemos caminado sin darme cuenta.
Estar admirando el bosque me distrae de mi tarea principal.
Doy un largo suspiro llamando la atención de Elena.