Anna no sabe quién es, ni quién es su familia, pero lo descubrirá al viajar a Birmingham con su tutora y reencontrarse con su familia.
Anna Gray ~ Isaiah Jesús
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Fue uno de esos raros momentos en los que Polly estaba a punto de dejar a Anna sola en casa. Al parecer, alguien había golpeado a Thomas y toda la familia se fue a verlo. Anna también quería ir, pero la situación era demasiado frágil, demasiado peligrosa y Polly no quería que Anna se acercara a la violencia; oh, si supiera cómo solía ser la vida de Anna.
Polly esperaba ansiosamente que llegara el coche porque estaba demasiado alterada para conducir. Se paró en el pasillo y, aunque miró hacia afuera buscando el auto, siguió mirando a Anna cada dos segundos. Anna estaba sentada en el salón con un libro en las manos. A Polly le sorprendió lo tranquila que estaba y ha estado Anna desde la noticia del ataque de Thomas. No podía ser porque Anna no conocía a Thomas desde hacía tanto tiempo, pero debido a la experiencia, Polly no estaba segura de cómo sentirse al respecto.
—Se te va a desgastar el suelo— dijo Anna, desviando su atención de su libro y echando un vistazo a Polly.
—¿Cuánto tiempo tarda en llegar un puto coche...— murmuró Polly.
—Está lloviendo muchísimo— dijo Anna y miró hacia afuera para ver el gran clima gris de Inglaterra.
—No puedo creer que Tommy se haya metido en problemas otra vez— suspiró Polly.
La afirmación fue extraña para Anna: no entendía cómo ser golpeado por una multitud de hombres podía ser culpa del propio Thomas. Sabía que las personas pueden resultar heridas por sus propias acciones, pero aún así era un poco extraño.
—¿Qué le pasó exactamente a Thomas? -Preguntó Ana.
Polly no se había dado cuenta pero Anna ya no estaba sentada en su silla. Ahora ella también estaba en el pasillo, a solo unos pasos de su madre. Observó la locura de su madre y pudo ver algunas similitudes entre las dos. Preocuparse y reflexionar era algo que ambos hacían ocasionalmente.
—N-no es de tu incumbencia, cariño— dijo Polly, mirando afuera en busca del auto.
Con un profundo suspiro, Anna caminó detrás de su madre y colocó su mano sobre su hombro como hace Polly cada vez que Anna está molesta o confundida.
—Mamá, cálmate— dijo Anna.
Anna ha llamado mamá a Polly cada vez más a menudo, pero aún así era como música para los oídos de Polly. Fue como viajar en el tiempo, cuando todo estaba bien y todos felices y juntos. Cuando la vida era como se suponía que debía ser.
Aunque Polly estaba preocupada por Thomas, eso era cierto, pero ahora también estaba preocupada por sus hijos. ¿Qué pasa si las personas que golpearon a Thomas vienen por sus hijos?
