Un mundo de caos y problemas, donde el Dr. Byron creó una gema poderosa encontrada en una mina alejada del Starr Park. Gema la cual desató un caos terrible en todo el lugar, reprimiendo y dando pánico en las calles. No se sabía exactamente qué hacía...
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Larry.
Encerrados en esa pequeña tienda con nervios, sólo me quedó sentarme en silencio en un rincón esperando que la bestia estuviese dormida. Miré mis pies enternecido, recordé a mi hermano y me pregunté dónde estaba él. Estaba de verdad muy preocupado.
Miré a todos y aquel hueco donde faltaba mi hermano, lloré. Llanto que fue oído por Edgar, el mismo que se acercó a mí, no era el más óptimo. Pero me ayudó.
Edgar: ¿Está todo bien? — Agarró mi hombro para llamar mi atención tras haber llorado — …
Larry: Sí, Edgar, todo bien. — Limpié mis lágrimas y sonreí, no importa lo que suceda, me enseñaron a sonreír... a pesar de no ameritarlo. Decaí en cuanto mostré la sonrisa y volví a llorar. (Referencia a "Smile!", créditos a su creador correspondiente).
Edgar: Puedes contarme... no hace falta que finjas una sonrisa para ser feliz. — Se acomodó a mi lado, con una sonrisa. Me cubrió con una de las manos de su bufanda en un abrazo — ¿Es por lo de tu hermano?
Larry: Sí, me tiene preocupado a dónde haya ido y qué le ha podido pasar... — Bajé mi cabeza hasta mis rodillas — quiero saber que este bien.
Edgar: No te puedes culpar a tí por alguien que te trata de ese modo, date a respetar.
Larry: Lo sé, Edgar, lo sé. — Sequé mis lágrimas y me levanté, ayudando al emo también — Ya estoy bien, ¿qué les parece si salimos de aquí cuanto antes?
Doug: Oye, viejo, no creo que eso sea lo mejor en este momento... — Señaló afuera, él tenía razón, no podríamos contra un cocodrilo gigante si nos lo topamos — Deberíamos esperar aquí en silencio a que sea de día de nuevo.
Larry: Eso suena cobarde. ¡Nosotros podemos! — Puse un pulgar arriba sin problemas. Todos se miraron unos a otros y asintieron. Saliendo de la tienda con mucho silencio y lo más alejado de las piscinas que pudiésemos.
En frente de la entrada, teníamos que cruzar por un puente que sobrepasaba una piscina entera y muy onda... tomamos aire y pasamos en silencio y calmados. Pero Doug hizo un mal movimiento y una de las rocas que decoraban el puente, cayó al agua. Corrimos hasta la entrada, pero la rapidez no fue suficiente y la criatura bloqueó la puerta con su cola. Observó a cada uno y abrió la boca en un gruñido largo y aterrador.
"Corran..."
Eso hicimos, volvimos a la tienda con el monstruo atrás, lo mismo que hizo que casi nos aplastase.
Larry: ¡Mi*rda! — Sostuve mi arma y le disparé al monstruo, eso pareció enojarlo mucho más — Oh, demonios...
Fang: ¡Este no es buen lugar, bro! — Agarró mi muñeca y salimos todos de la tienda a el pequeño cobertizo oscuro de cosas decomisadas. El monstruo intentaba romper la puerta mientras Edgar lo golpeaba con su bufanda.
Gus: ¡Chicos, las barras de metal! — señaló el más pequeño unas barras enormes de metal que parecían ser de una cerca — Antes de que Edgar pierda fuerzas....
Wolf: Dios... ¡qué idiotas! — Apartó a Edgar con una barra de metal y las colocó como una lanza apuntando hacia el techo.
Edgar: ¿¡Qué estás haciendo!? ¡Nos matarás a todos! — Edgar fue interrumpido por un "shhh"... la cosa se calmó y ella giró.
Wolf: Todos ustedes... alejense de los arpones. — Fue con nosotros y nos alejó. El monstruo cayó sobre el techo rompiendo el mismo. Todos los arpones lo atravesaron fácil — Ahí está, grandulón.
Miramos a la chica un poco asustados, pero Buzz pareció retorcerse de dolor hasta caer ya... en el profundo sueño que lo llevaría a su muerte rodeado de goteras de sangre y gusanos.
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