Un mundo de caos y problemas, donde el Dr. Byron creó una gema poderosa encontrada en una mina alejada del Starr Park. Gema la cual desató un caos terrible en todo el lugar, reprimiendo y dando pánico en las calles. No se sabía exactamente qué hacía...
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Lawrie.
Cuando habló a mi costado, pareció estar un poco más... desesperada, no diría que asustada, pero sí apurada porque terminasemos rápido.
Fang entró a su camerino y buscó unas cosas, invitándonos a pasar. Entramos y mientras veíamos la antigua habitación, pude notar que la guardia se quedó en la puerta... con su linterna apuntando al suelo y su mirada perdida en el techo del pasillo. Me acerqué para ver si todo estaba bien.
...
Wolf.
Una chica de personalidad fría, seca y bueno, un Edgar 2. Usa ropa oscura y su cabello es negro acompañado de un mechón de color de blanco. Ojos verdes con una cicatriz en uno de ellos. No hay registro de su edad.
Una chica de 18 años la cual a pesar de también ser un poco seria, es amable y pensativa con los demás. Su ropa es apretada, sin embargo, usa falda. Su salud mental está al 95% y su defensa es una katana.
...
Lawrie: Hey, Wolf... ¿está todo en orden? — Giró su cabeza hacia mí, parecía molesta por aquella pregunta.
Wolf: ¿Qué clase de pregunta es esa, hojalata? — Se quejó y me apartó con un codazo suave — Es obvio que estoy bien, ¿por qué me haces preguntas tan estúpidas? Qué molesto eres.
Lawrie: No sabía que a la señorita cascarrabias le molestaría que alguien se preocupe una vez por ella. — Crucé mis brazos, ella me miró de arriba a abajo. Pude ver por unos segundos una sonrisa leve, pero volteó a ver afuera y su expresión volvió — Así que disculpa. Se nota que nadie nunca se preocupó por tí.
Wolf: Mira, máquina, no quiero tener que lidiar con una inteligencia artificial ahora mismo. Si puedes irte, agradecería completamente eso. — Puso un dedo sobre mi hombro, señalando claramente que me fuese con mis amigos — Así dejas de molestarme un rato, ¿te parece?
Lawrie: Qué grosera. — Caminé hacia mi grupo, viéndola en cuanto podía. Llegué a donde mi hermano y aún seguía hablando con la otra chica — Hola. ¿De qué hablan? ¿Cómo andan?
Larry: ¡Oh, hola, hermanito! — Sonrió y me saludo con la mano. La chica sonrió al verme por unos segundos.
Cristal: Hey, robot... ¿Lawrie era tu nombre? Bueno, eh... me preguntaba si podía unirme a ustedes permanentemente en esta aventura. — La idea no era muy útil, ya teníamos contada la comida a pesar de traer para ella — No tengo otro lugar a dónde ir.
