Un mundo de caos y problemas, donde el Dr. Byron creó una gema poderosa encontrada en una mina alejada del Starr Park. Gema la cual desató un caos terrible en todo el lugar, reprimiendo y dando pánico en las calles. No se sabía exactamente qué hacía...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Lawrie.
No podía esperar más por encontrar a mi hermano, mi único camino era al Velocirapids, la última vez lo ví allí. No debieron de avanzar mucho. Caminando me di cuenta que la verdad el bosque al que entré era muy extenso, cada rincón parecía que había más bosque. Sostuve una antorcha y guié por pisadas antiguas que no se habían borrado. Pude notar otras pisadas más grandes, algo me estaba siguiendo ese día.
No presté mucha atención y llegué a Velocirapids con cuidado, entré al lugar y ahí lo ví. El cuerpo muerto de aquel gigante del que se advertía. ¿Qué había pasado y quién le hizo eso a Buzz? De verdad debía ser alguien con mucho carácter. Seguro fue aquella chica Wolf, sería la única que se atrevería.
Miré al rededor y encontré notas en el piso cerca de una vitrina de vidrio que ellos quizá no vieron. Las tomé y leí cada una, eran 2 bastante cortas, un párrafo máximo.
"Hey, Doug, sé que es tu primer día de trabajo. Pero descuida, todos pasamos por lo mismo. Los nervios te podrán ganar, pero entiende que es normal. Cualquier cosa estoy aquí para ti, no estás solo, te ayudaré en cualquier cosa que tengas una duda."
— Buzz.
Era un carta bastante empalagosa, pero se veían como buenos amigos a pesar de que llevaban ya solo un día de conocerse. Quizá por eso Doug era muy unido a él recién llegó.
"Gracias por todo, yo... me estoy empezando a sentir mal. Quizá fue ese niño que me atacó, no lo sé. Decían que estaba enfermo, me las creí... yo igual debo estar enfermo, me siento mal. Eh, Doug... te agradezco ser mi amigo por tanto tiempo. Pensé en confesarte mi amor durante un tiempo, pero al parecer no me siento bien para hacerlo... algún día lo haré, te lo prometo."
Miré la hoja un rato más, ¿estaba enamorado de Doug? Wow, eso sí fue revelador. Guardé ambas notas en mi bolsillo para entregarlas a Doug cuando lo viese, parece que no fueron leídas ya que estaban guardadas en una vitrina de vidrio, ahí fue donde los ví. Seguí mi camino, ellos ya no estaban aquí y solo me quedaba seguir las huellas, seguro irían al metro. ¡Allá los encontraría!
Ví mi alrededor una vez más, pude ver unos ojos enormes que me vigilaban desde muy lejos. #168 estaba cerca, debía apresurarme. Corrí lo más rápido que pude hasta el metro sin que me agarrase, entré y el lugar parecía más callado de lo normal. Aunque caminaba, no veía a nadie, eso me estaba decepcionando. Escuché voces y me escondí en un vagón abandonado.
— Ya les dije, iremos a Retrocity. Allá encontraremos pistas. — Sonaba como Edgar, suspiré y voltearon a verme. No vieron nada y siguieron.
— Sí, allá quizá encontremos también alimento. Allá es como un restaurante, ¿no? — Esa era la voz de mi hermano. Me sentí feliz de oírlo de nuevo.
— Por supuesto, Larry, no había pensado en ello. Será mejor tomar camino rápido, no tenemos todo el día. — Escuché pasos apurados, como de que corrían. Salí de mi escondite y me senté a descansar aquellos nervios.
Me levanté después de unos minutos. Seguí su camino a Retrocity. Entrando si el lugar ya era oscuro, ahora lo era más. El cielo negro con tonalidades rojizas afectaba todo el lugar, era impresionante ver que cada lugar tenía por alguna razón, un color distinto de cielo. Este era un rojizo sangre bastante intenso, sumergido en oscuridad.
A lo lejos oí unas voces, más que todo era mi hermano hablando solo y yendo hasta más atrás del grupo. Tuve que detenerme a verlo.
Larry: Quizá sí fui muy tonto... — Pude ver que miró a ambos lados, a sus alrededores para ver si me encontraba. No fue así — Oh, Law... ¿dónde estás?
Siguió caminando sumergido en preocupación, no podía creer que después de cada cosa mala que le haya dicho por una equivocación, me siga buscando como un dueño a perro perdido. Ese sí es un corazón que vale. Me quise adelantar un poco y entrar al restaurante antes que ellos. Estaba el cuerpo de Bull cubierto de gusanos y algunas telarañas, parecía que estaba en reposo. Así que me calmé e hice el mayor silencio que pude, adentrándome al almacén.
Ellos entraron a los minutos sin cuidado, despertaron a Bull de su trance y se volvió hostil. Pude oír gritos y pasos secos hacia el almacén, era mi hermano. Quien corría porque Bull le perseguía con la escopeta en mano y botaba espuma por la boca, verdaderamente un "toro bravo". No pude ver a mi hermano sufriendo, estaba a punto de ser atacado, pero fue detenido por mí que me puse frente a él. Disparé a Bull con mi arma y agarré a mi hermano de la muñeca.
Lawrie: ¡Será mejor que salgas de aquí, Larry, es peligroso! — Arrojé a mi hermano fuera de la habitación junto a mi. El monstruo agarró una de sus piernas y yo disparé nuevamente.
Larry: ¡Law, volviste! ¡¿En dónde estabas?! — Logré que soltase mi pierna y corrí con mi hermano a más allá del almacén, nos seguía persiguiendo.
Lawrie: ¡No hay tiempo para explicar, Larry, date cuenta! — Corrí y llegué a un lugar donde pasó de largo. Sentí brazos alrededor de mi, era mi hermano, me estaba abrazando — Larry, este no es el momento...
Larry: Lo es para mí, Law. — Abracé a mi hermano con la mima fuerza que él — Discúlpame por lo que hice allá, no fue mi-
Lawrie: ¡No fue tu culpa! Fue mía, no debí gritarte de esa manera... soy un horrible hermano. — Bajé mi mirada la cual el tomó y me sonrió — Perdón por irme, prometo no hacerlo jamás.
Larry: ¿Jamás?
"Jamás..."
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.