Megumi se había estado sintiendo mal con las burlas y los malos tratos de la gente, hacia la pareja de alfas que caminaban por la ciudad y también con la mala personalidad de Sukuna, pero con Itadori no era lo mismo, lo trataban normal he incluso les felicitaban por su relación, Megumi se cuestionaba por que era tan idiota al dejar al omega que le trataba bien.
Fushiguro al llegar a casa veía con Yuuji siempre le saludaba con una radiante sonrisa y le decía que lo amaba, sin embargo Megumi se limitaba a mirarlo mal y siempre hablarle con cero amabilidad, Sukuna le había hecho abrir los ojos con su pésima personalidad, el de orbes rojos al principio era cariñoso, pero luego de 1 mes mostro sus verdaderos colores, era un mujeriego total, y a veces no volvía a casa por estar con otras omegas, y cuando le preguntaba, mentía diciendo que estaba trabajando para mantenerlo.
Así que simplemente termino con el alfa, y volvió a casa de Satoru, pues no tenía ningún lugar a donde ir. Satoru siempre se de fiestas, pero ahora tiene un olor ridículamente dulce y ya no sale de fiesta, sino, que iba muy a menudo al hospital, lo que hizo que Megumi empezara a sospechar de su benefactor. Grata fue su sorpresa al ver que él omega que tanto buscaba se encontraba en el hospital, era una lluvia de emociones la que sentía Megumi, estaba dispuesto a todo por conseguir a su deseado omega.
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Yuuji ladeo su cabeza confundido de quien era él chico de cabello oscuro que había entrado a la habitación, no podía preguntarle a Gojo, pues, este había salido de ''urgencia''. Él de orbes oscuros se acercaba más al de cabello rosado.
Cuanto tiempo, Yuuji- Dijo con una sonrisa cálida el de cabello negro. Él omega miraba con total inocencia hacia aquel alfa.
¿Quién eres?-Preguntó el de ojos color avellana- No te he visto por aquí.
Soy tu novio ¿No lo recuerdas? -Agrego el de cabello azul marino. Él alfa se había dado cuenta de que había perdido a alguien que realmente amaba, así que estaba dispuesto a recuperarlo sea como sea.
Si eres mi novio ¿Por qué no me viniste a buscar?-Interrogo al de orbes oscuros.
Te busque por todas partes pero no te encontré, y un amigo dijo que estabas aquí- Dijo el alfa. Se acerco al de cabello rosa y le dio un fuerte abrazo, el omega no sabía como reaccionar ante tal afecto. Pero las intenciones del alfa no eran del todo buenas, pues las fermonas de el de cabello oscuro empezaban a ser más fuertes, el olor a café y canela hacia temblar al omega, provocando que este se desmaye.
Fushiguro, removió algunos equipos médicos innecesarios dejando solo los que creía importantes, cargo como princesa al pequeño omega inconsciente, se sentía mal por haber hecho eso, pero no tenía de otra, iba a tener a su omega, su instinto se lo decía.
Logro salir del hospital luciendo lo menos sospechoso posible, dejo a el de orbes color ámbar delicadamente en los asientos de atrás, para que , se sintiera lo más cómodo posible.
Una vez llegaron a la casa, coloco una cinta en los labios de el pelirosa y luego lo amarro al estilo secuestrador, una vez hecha su fechoría, escondió el pequeño cuerpo el su gran armario, así cuando llegara Satoru, no se diera cuenta del olor de sus fermonas, y asi fue, Gojo llegó y no se dio cuenta.
¡Megumi, se que acabo de llegar pero me tengo que ir, nos vemos luego!- Gritó antes de cerrar la puerta. El plan había salido de maravilla.
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Él de cabellos blancos se dirigía hacia el hospital muy contento, tarareaba una canción inventada por el mientras manejaba.
Una vez había llegado a el hospital, se dirigió tan rápido como pudo hacia la habitación de Yuuji, pero lo extraño era que el olfato tan sensible de Satoru no podía percibir el dulce aroma de él de orbes color ámbar.
¡¿Acaso Yuuji ya aprendió el no desprender fermonas?!- Dijo muy contento hacia sus adentros.
Satoru se creía el mejor maestro, había aprendido a dominarlo en tan poco tiempo. Una vez llego a la habitación de Yuuji-chan, se dio cuenta que no estaba, tal vez estaba en el jardín, pero no estaba, Satoru ya estaba muy ansioso de no encontrar a el omega, alguien lo había secuestrado, mientras no estaba, pero era imposible, debería estar Shoko, o Geto cuidando de Yuuji.
Él ojiazul buscaba frenéticamente al pelirosa, no podía desaparecer así como así, los doctores se debieron dar cuenta.
¡Oye tu! ¿No has visto a un omega pelirosa por aquí?- Pregunto enojado, mientras agarraba a el doctor del cuello.
S-si señor, se lo había llevado un chico alto y de cabello oscuro- Respondió el doctor con la poca fuerza que le quedaba.
Satoru soltó al doctor, dejándolo en el suelo tosiendo desenfrenadamente. Salió lo más rápido que su piernas le permitían, no pudo evitar imaginarse todo tipo de cosas malas que él asqueroso secuestrador le podía estar haciendo a él pequeño Yuuji. Manejo a toda velocidad, Satoru en realidad si sabía quien eran los hermanos de Yuuji, solo fingía no saberlo, era él único lugar que se imaginaba el ojiazul en el que podría estar Itadori.
Satoru estaba parado frente a la puerta de la casa de los Itadori, estaba a punto de tumbar la puerta de un golpe, pero en ese mismo momento un chico alto de cabello marrón profundamente oscuros, piel pálida, y grandes ojeras salió de la casa más o menos mediana, él chico abrió los ojos de par en par, casi nadie tenía el valor de pararse frente a la casa.
Gojo no desperdicio ni un momento más de su tiempo, tenía que saber donde estaba Yuuji. Pero antes de si quiera poder hacer algo, Choso agarro fuertemente a el ojiazul de el brazo y lo llevo dentro de la casa, donde había alguien muy parecido a su pequeño Itadori, peo con ojos color rojo.
Una vez dentro, Choso sentó a Satoru y luego sentándose el mismo.
Gojo, tenemos que hablar ...
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