DxD: Mazmorras y Demonios

Capítulo 17: Nuevo miembro de la nobleza

'pensamiento'

"Discurso"

Texto del sistema

'Ddraig Mental'

"Ddraig Vocal"

"Televisores, radios y mensajes de texto a través de libros o periódicos... cuando esos están cerca..."

Una chica rubia mira a su alrededor brevemente, agarrando una espada envainada contra su pecho, por extraño que parezca, por lo que puedo ver desde aquí, a pesar del hecho de que se supone que la hoja es Excalibur- ¿o Calibur?, no es ni siquiera un poco mágica, finalmente me mira a los ojos y sonríe. "Debes ser mi maestro, ¿verdad?"

'¡¿Quién diablos es esta chica?!'

'El Rey Arturo se inclinó por el género'.

– ¿Qué demonios?

Asiento lentamente ante la pregunta de la chica. "Mi nombre es Gaius Decarabia. Y sí, te he convocado".

La muchacha se arrodilla. —Me llamo Artoria Pendragón, señor.

"Levántate, por favor". Suspiro.

"La razón por la que te convoqué es bastante simple, Necesito luchadores fuertes para desarrollar mi nobleza".

—Ya veo. La niña dice que mientras se pone de pie lentamente, se detiene de repente.

"Espera... No eres humano, ¿verdad?

—No lo soy. Digo con un pequeño movimiento de cabeza. "Soy un demonio".

Agarra la espada contra su pecho con fuerza y da un solo paso hacia atrás.

"¡¿Vas a robar mi alma?!" Desenvaina su espada y me apunta. "¡M-Muéstrame tu verdadera forma, demonio!"

—¿Eh? Parpadeo.

Su mano tiembla ligeramente.

Me llevo una mano a la sien y dejo escapar un largo suspiro. "En primer lugar. Esta es mi verdadera forma".

"¡No, no lo es! ¿Dónde están tus cuernos? ¡Tu piel roja! ¡¿Tu- Horquillas?!"

"..."

"Te lo digo, esta es mi verdadera forma. De hecho, ¡la mayoría de los demonios parecen completamente indistinguibles de los humanos normales! Sin embargo, hay algunos valores atípicos, algunos demonios pueden tener cuernos, claro, pero eso es todo, otros pueden tener orejas puntiagudas y otros incluso pueden parecer una sirena, pero la mayoría se parecen a mí".

"En segundo lugar, no robamos almas, eso fue prohibido hace cientos de años, mucho antes de que yo naciera". "La iglesia definitivamente nos pintó de mala manera, porque los humanos pueden ser tan malvados, si no más, que nosotros".

La mujer frente a mí frunce el ceño ligeramente.

Con un movimiento de muñeca, la funda detrás de ella vuela hacia mi mano y desaparece en mi almacén.

—Entonces. Murmuro lentamente mientras la miro. —¿Se supone que eres el Rey Arturo?

"¡¿Rey?! ¡Acabo de sacar esa estúpida espada de la roca! ¡No soy un rey! ¡Solo una chica estable!"

"..."

Bien. Tengo la peor Artoria... uno que no sabe luchar ni tiene acceso a Excalibur.

"¡Bueno, bajo mi mando te vas a convertir en rey!" Declaro mientras la señalo. "Y el primer paso para eso es que te unas a mi nobleza".