DxD: Mazmorras y Demonios

Capítulo 32: Azazel

'pensamiento'

"Discurso"

Texto del sistema

'Ddraig Mental'

"Ddraig Vocal"

"Televisores, radios y mensajes de texto a través de libros o periódicos... cuando esos están cerca..."

Sorbo tranquilamente una taza de té mientras observo a la pequeña rubia dormir en la cama que le he dado.

Agarro mi libro abierto y hojeo con calma las páginas abiertas.

"Nhhh." La niña gime mientras se revuelve en la cama. Levanto la vista de mi libro y la veo llevarse lentamente una mano a la cabeza y sentarse lentamente.

Parpadea sombríamente. Parece aturdida.

"Oye tú." Afirmo. "Por fin estás despierto".

La chica rubia se estremece, los ojos se fijan en mí.

El terror se manifiesta rápidamente en sus ojos azules.

Peón 3: Mittelt: Mood:
está absolutamente aterrorizado de ti. De alguna manera sobrevivió a la traición de Raynare, ¡pero ahora TÚ estás aquí! ¡Va a morir! ¡La vas a matar! Esperar... ¿Por qué está en una cama cómoda? ¡Oh, Dios, ¡ay!, ¡¿qué está pasando?! ¡¿Por qué dolió?!

"Te reencarné".

La niña se congela en su lugar, los ojos se abren de par en par con horror.

—¿Qué?

—Sí.

"¡¿POR QUÉ?!" Ella grita. "¡¿POR QUÉ HICISTE ESO?!"

– Me dijiste que lo hiciera. Tarareo con una pequeña sonrisa.

"¡NO ESTABA PENSANDO DIRECTAMENTE EN LA PÉRDIDA DE SANGRE!" —grita—.

"Está bien." Me encogí de hombros. "No estoy por encima de aprovecharme de eso".

Ella se estremece ante la admisión casual de que me aproveché de ella.

"¿Qué? Le pregunto. "Soy un demonio, pero no te voy a mentir".

Las manos de la niña aprietan la manta que la cubre.

"¿Por qué... ¿Por qué me reviviste?" La muchacha susurra.

"Porque te pareces casi exactamente a mi prometida y no podía soportar ver a alguien que se parece lo suficiente como para ser un gemelo idéntico desangrarse en el suelo y morir". Digo con una expresión de aburrimiento.

"Me reviviste... por mi apariencia?"

"Eh. Sí". Me encogí de hombros. "Suena superficial, pero un ángel caído también podría ser increíblemente útil en el futuro. Voy a asegurarme de que llegues al menos al estado de doce alas".

Me lanza una mirada poco impresionada. "Otro diablo que solo piensa con su polla".

"Soy codicioso. Qué puedo decir. Es un rasgo clásico del diablo. No toleraré nada que se folle a alguien que se parezca un poco a mi prometida. Incluso la muerte".

"Bueno, mala suerte". La muchacha se burla. "No soy virgen".

"Hn. Lo dudo". Tarareo mientras le lanzo una mirada cómplice, haciendo que la chica se ponga rígida.

"Eres lo que... ¿veintiséis? Veintisiete. Una segunda generación caída. Eso explica un poco por qué eres tan débil. Pero nunca has tenido buena suerte con los hombres, ¿no? Siempre es 'quién dejó entrar a este niño pequeño aquí' y 'tu figura no es lo suficientemente buena como para que considere una relación seria contigo', ¿verdad? E incluso cuando finalmente decidiste tirar tus estándares por el suelo y trataste de enamorar a un HUMANO. ¡Era solo un pedófilo y fue arrestado antes de que pudieras besarlo!"