EXTRA 1

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El día se nubló por completo.

La familia Henson viajo horas y horas para llegar a su destino esperado.

Levetón.

El pueblo más tranquilo de todo Corea del Sur, sus lugares tan inspirados en escribir una hermosa reseña hecha de fantasía. Sus rincones reflejados por el sol despertaban una sensación de paz, el viento movía los árboles al compás de un dulce tono que era regalado por los magníficos animalitos cantantes.

Henson Erick miraba las personas caminar lentamente bajo la pequeña llovisna que las nubes no tan oscuras regalaban, era un día de lluvia que se asomaba poco a poco. Una etapa de comienzo en cualquier tipo de clima, sus ojos divisaron un par de ancianas con bastón que cruzaban la calle.

─ Ya casi llegamos a nuestro nuevo hogar....─ Henson pamela, madre divorciada, con dos hijos.

El mayor tenía 18, la pequeña y princesa de la familia tenía 5 años, está familia tuvo que pasar por mucho para llegar hasta dónde se encuentran ahora. Por ejemplo, el que el padre de familia golpeaba a la femenina cada que llegaba de alcohólico a la casa, su hermana siendo una bebé que apenas y comprendía las caricias buenas y malas.

No pueden culpar a un ser inocente que no se da cuenta de que vive en medio de un huracán.

Ella no podía hacer nada... Pero Erick sí, desde que analizó y comprobó que su padre era un hijo de puta no dudó en levantar una denuncia contra el, que con suerte ganó gracias a que su madre pareció ver que era lo mejor para sus hijos. A poca edad mayoritaria, Erick Henson tuvo que madurar para ser el hombre de familia, el que proteja a su madre y hermanita siendo estas dos personas lo único importante en su vida.

─ Anna, llegamos... ¿estas despierta cariño?... ─ Pamela pregunto, volteando a ver en dirección a la parte trasera.

Unas tiernas coletas se demostraron.

─ Woow.. ─ la niña pura se sorprendió al ver su nueva casita colorida.

Era una casa de dos pisos muy grande y parecía ser por dentro espaciosa, su jardín llenó de flores y arbustos con pequeñas frutas que aún no maduran en ellos, el pasto color verde natural. Los pájaros cantaron en recibimiento de la nueva familia que se hospedaría tal vez para siempre.

─ Es hermosa lo sé. ─ Pamela sonrió al saber que a su pequeña le agradó, pero recordó que tenía un adolescente gruñón como hijo y miro al dueño de sus pensamientos.

─ Eri... Quielo jugal..Ya. ─ Anna intentó abrir la puerta del auto, más sin embargo no pudo debido al seguro y cinturón de seguridad.

─ Anna cuidado amor... ─ río divertida la mayor.

Ella fue la primera en salir, para después abrir desde afuera la puerta del lado de la menor, cuando ella estuvo libre de las manos de su madre corrió hasta el jardín para acostarse en el pasto, Pamela veía a su pequeña ser feliz con lo poco que tenían ahora.

Pero su hijo, Erick, llamó su atención al suspirar de manera pesada. Sin pensar dos veces esté bajo para posarse aún lado de su progenitora, no tenía la misma emoción que su hermana en los ojos, estos estaban vacíos y sin brillo.

─ Cariño... ─ ella intento tomar su mano, más su hijo no se dejó y se apartó para ponerse unos auriculares vía Bluetooth.

Erick no quería ser grosero con ella, pero no tenía ganas de nada ahora mismo, solo quería entrar y descansar de toda la tormenta que tuvo que pasar. Su madre y su hermana estarían a salvó en este pueblo, y no importa cuanto deteste estar en este lugar, tendré que conformar mis gustos por ellas.

𝑴𝑶𝑵𝑺𝑻𝑬𝑹 𝑯𝑶𝑼𝑺𝑬 │ 𝐊𝐨𝐨𝐤𝐕 [𝗧𝗲𝗿𝗺𝗶𝗻𝗮𝗱𝗮]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora