Buscaba amor en cada persona que veía y al final siempre fue porque en el fondo me sentía tan vacía como ellos.
Siempre estuve tan vacía como el resto de la gente.
Pensé que estaba completa, pero una parte de mí estaba vacía.
En el fondo quería amor de personas que se sentían igual de vacías que yo.
En la búsqueda de afecto en cada mirada, mi corazón anhelaba lo que no encontraba. En cada rostro, reflejo de mi agonía, descubrí que en la vacuidad persistía.
Un eco vacío resonaba en mi ser, como un susurro de soledad sin entender. Creí que la plenitud era mi compañera, pero en la penumbra, una parte entera, de mi existencia, se hallaba austera.
En el rincón de almas desoladas, busqué el amor entre las miradas, de aquellos cuyos corazones heridos, reflejaban el eco de mis gemidos.
Anhelaba un lazo con almas perdidas, que compartieran las mismas heridas. Pero en este sendero de desolación, comprendí la triste realidad de mi corazón.
En la búsqueda de amor compartido, descubrí que el vacío era mi destino. Aunque ansiaba almas con mi misma pena, la verdad es que yo misma era la condena.
En cada encuentro, un espejo me mostraba, la imagen de una existencia que se desmoronaba. Así, entre lágrimas y sombras de desdén, entendí que el amor verdadero comienza en mí también.
Ahora, en la quietud de mi propia esencia, busco llenar el vacío con auténtica presencia. Aceptando que el amor propio es la llave, para liberarme de esta eterna travesía grave.
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Susurros de un corazón herido
Poetry"Amor tristeza felicidad sentimientos del ser humano representados en estas escrituras"
