En el rincón sombrío de mi alma, Aprendí a esquivar el filo de la calma. Mil maneras de herirme, conocía ya, En el laberinto del dolor, mi soledad hallaba.
Viví entre susurros de un pasado ajeno, Donde tus huellas eran mi único terreno. Lo que me dio vida, se desvaneció en silencio, Y la ausencia tuya se volvió mi tormento.
Aprender a respirar sin tu aliento, Fue el desafío más grande, el lamento. Vivir sin aquello que me dio razón, Es danzar en la penumbra, sin dirección.
Pero en este vaivén de sombras sin fin, Donde el eco del adiós resuena sin fin, Nada iguala al dolor, al cruel desliz, De vivir sin ti, en este eterno matiz.
Las lágrimas, testigos mudos de mi duelo, Reflejan el anhelo en cada destello. El corazón, un eco de tu ausencia, Late en el silencio, marcando mi carencia.
En el escenario de la vida sin tu guía, Aprendí a sanar heridas día tras día. Pero el vacío persiste, profundo y cruel, Vivir sin ti, un duelo que nunca se desvela.
Cierro los ojos, busco en la oscuridad, La luz perdida en la ruta de tu caminar. Y aunque el tiempo avance con su desgaste, El eco de tu ausencia sigue siendo mi lastre.
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Susurros de un corazón herido
Şiir"Amor tristeza felicidad sentimientos del ser humano representados en estas escrituras"