Cuatro.

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Su departamento era minúsculo. Una recamara con un bañito con sólo una ducha y un lavabo. Mas bien cochambroso. Trató de poner orden y movió dos o tres cosas de un lado a otro.

-Perdona el desorden-Dijo-No pensé que fuera a venir un invitado esta noche.
Mientras le contestaba que no había problema, sacó un cobija del ropero.
-Ahora debes de dormir. Puedes acostarte en el sofá.
Y me miró.

Fue entonces cuando empecé a sentir miedo. De repente me parecío que tenía una cara extraña, con sus ojos hundidos y ojerosos, sus mejillas chupadas y su aire ausente ¿Y si me hubiera topado con un maniático?

Ya había leído en el periódico historias de orates que hubieran podido atacarme ¿Por qué lo había corrido el dueño del café? Había dicho: "Muchachos como tú" ¿De que tipo de muchachos hablaría? Debí haber desconfiado.

Tenía un nudo en la garganta y en mi interior se instalaba el pánico. Mi corazón empezó a latir un poco más rápido, quería irme, pero no me atrevia, no fuera a ser que se alterara "Qué no te gane el miedo, huirás cuando este dormido" Pensé.

Me acosté donde me indicó, encima de un sofá amarillo y sucio, peor me quede con la chamarra y los tenis puestos, me tapé con la cobija y me aferré a mi mochila, que no había soltado en ningun momento.

Cuando lo vi dirigirse a la puerta, arrastrando los pies y correr el cerrojo, en verdad me asuste y dije entre dientes:

-Por favor, ¿Podrías dejar abierto? Es que no soporto estar encerrado...
Quito la mano del cerrojo y volteó a verme.

Perdóname, Max. Realmente pensé que tenías malas intenciones. No pida adivinar que al único al que podías hacer sufrir era a ti mismo ¿Me entiendes? Tenía miedo.

Dejo la puerta entreabierta.

~ န ~

Les voy a dejar en tuita las imagenes que tiene el libro, de alguna forma son muy, muy tristes para mi :(

Un pacto con el  diablo.   ❉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora